lunes, 21 de marzo de 2016

Libertad para Cuba

Hay que reconocer que los nacidos en Democracia tenemos mucha suerte. Sea una dictadura de derechas o de izquierdas (a mi más bien me importa el color ideológico; todas son terribles), vivir sin poder expresarte libremente debe ser una tortura. Muchos de mi generación y posteriores parece no valorar la Democracia como se merece. Es cierto que hay corrupción, pero ésta es algo asociado al ser humano y el problema no esta tanto en que no exista o deje de existir, sino que se combata eficientemente, pero esto no es culpa de la Democracia, ni de un sistema que a veces por ser demasiado garantista es capaz de admitir a indeseables que se atreven a decir que un terrorista es un preso político o que en Cuba todos los presos son unos criminales, incluidos los de pensamiento. 


Cuba es una rareza. Ha sobrevivido a todo. Desde los albores de la guerra fría hasta la actualidad, pasando por la caída del muro de Berlín, la isla de Cuba es un pequeño trozo de una época en la que se temía una guerra nuclear... y a punto estuvo de haberla con el famoso incidente de Bahía Cochinos. Sin embargo, hasta que no se mueran los Castro (cual Franco) parece que todo va a continuar igual. Es cierto que tanto el Papa como el Presidente de los Estados Unidos han ido a Cuba, pero aún quedan demasiados disidentes, demasiados presos cuyo único pecado es pensar por si mismos. 
No obstante, parece que la visita de Obama va a ser muy distinta a la del Papa y es que a diferencia de éste, el Presidente de los Estados Unidos va a reunirse con parte de la disidencia, algo a lo que Francisco lamentablemente no se atrevió. Y es que mientras haya un sólo represaliado político tanto en Cuba como en cualquier otro país, no se alcanzara la verdadera Libertad, aunque siempre habrá indeseables que justifiquen o minimicen la lamentable situación que viven muchas personas en América Latina (Venezuela es el ejemplo claro). 
PD: Se acuerdan de cuando Fidel Castro dejó el puesto por su delicada salud hace varios años. Pues es pensar en él y acordarme de la famosa frase hecha de "mala hierba nunca muere".

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