En la boca del lobo

La crudeza etarra no tenía límites. Los finales del franquismo y principios de la Transición Española a la Democracia fueron los más terribles. Aunque había muertos entre la población civil, eran los cuerpos de seguridad del Estado los más perjudicados por la violencia de los asesinos. Ya desde el franquismo se probaron desde la policía varios métodos para terminar con la violencia. Uno de ellos, fue la llamada guerra sucia con asesinatos a etarras por parte de agentes de Estado, algo que ya tuvo lugar en plena época democrática con el Gobierno del PSOE (el famoso caso GAL). Sin embargo, uno de los métodos que triunfo por encima de todos sería el de la infiltración de grupos policiales dentro de la cúpula etarra. Un caso paradigmático sería el de la llamada operación lobo.

El infiltrado era Mikel Lejarza al que las fuentes policiales bautizaron como "Lobo" y su objetivo era la infiltración dentro de la cúpula asesina y desbaratar atentados o actuaciones relacionadas con los presos. Lejarza llegó a ser uno de los máximos responsables de la infraestructura de ETA político-militar. "Lobo" se dedicó a facilitar a los terroristas pisos repartidos por toda la geografía española, que se encontraban controlados por los servicios secretos.  Lejarza se ganó la confianza de los asesinos y se convirtió con el tiempo en parte fundamental de la estructura organizativa.

La trascendencia de "Lobo" fue brutal: evito la fuga de varios miembros de ETA y diversos atentados con consecuentes arrestos de etarras, que serían condenados y ejecutados. Dichas ejecuciones generarian una corriente de opinión contraria al franquismo.

Destapada la fuente de información, ETA puso precio a la cabeza de  Lejarza y empapeló las calles con su fotografía bajo el lema "Se busca". Desde entonces "Lobo" es objetivo prioritario de ETA. Mikel Lejarza, según se ha afirmado en los medios de comunicación, se cambió la cara en una operación de cirugía facial y vive bajo una identidad falsa. El caso es que ha concedido varias entrevistas a diferentes medios de comunicación. La Operación Lobo fue una de las actividades antiterroristas más eficaces contra la estructura  etarra.