Esta frase lapidaria la dijo don Miguel de Unamuno en un momento en el que los nacionalismos dirigían la política española y parecíamos encaminados hacía una lucha entre unos españoles y otros.
Hoy en día esta frase, aunque ha pasado mucho tiempo, esta muy presente y es que España aún hoy sigue padeciendo una división importantísima. Con el tema de la abdicación vemos como se han convocado diferentes manifestaciones en favor no de una república, sino de la fallida segunda república, que tanto vino a acrecentar la división en España. Por otro lado, estan los nacionalismos periféricos (catalán y vasco) que ponen en cuestión a la Nación española con la inusitada connivencia del PSOE que en Cataluña, ha perdido el norte por completo.
En la actualidad, cuando estamos en una época de crisis, lo que hemos de resaltar no es aquello que nos divide, sino lo que nos une. No mirar hacía el triste pasado no tan lejano, sino hacía un futuro esperanzador. No sabemos sí el futuro Rey lo hará mejor o peor que su padre. Lo que sí espero es que, con sus virtudes o defectos, tenga muy presente el acuerdo de la Transición, que parece tan denostada hoy en día, pero que fue el garante de la llegada de una esperada Democracia.
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