Mucho se había hablado de como sería la proclamación, de que si estarian o no mandatarios internacionales, de que si utilizarían carrozas o no, pero lo que verdaderamente importaba, lo que esperaban todos los españoles, no era las cosas externas a las que a veces se da demasiada importancia. Importaba el fondo. El fondo de un discurso. Lo que el nuevo Rey de España tenía que decirle al pueblo español.
Primero resalto la importancia de las Cámaras donde reside la Soberanía Nacional, destacando que el mensaje iba dirigido a los que las componen, así como al pueblo español:
"Quiero expresar el reconocimiento y el respeto de la Corona a estas Cámaras, depositarias de la soberanía nacional. Y permítanme que me dirija a sus señorías y desde aquí, en un día como hoy, al conjunto de los españoles"
Después un sentido homenaje al Rey saliente su padre Juan Carlos de Borbón y a su madre la Reina Sofia de Grecia. Sin lugar a dudas el momento de más emoción para el nuevo Rey. De su padre destaco la gran labor que realizo para llevarnos a la mejor época de nuestra historia contemporánea.
A destacar que resalto su total respaldo a la Constitución. Hay que recordar que siendo el segundo Rey Constitucional de España (el primero lo fue su padre), Felipe VI es el primer Monarca que jura sobre la Constitución:
"A lo largo de mi vida como Príncipe de Asturias, de Girona y de Viana, mi fidelidad a la Constitución ha sido permanente, como irrenunciable ha sido -y es- mi compromiso con los valores en los que descansa nuestra convivencia democrática"
Un Rey que respeta la Separación de Poderes que emanan de las propias leyes de la Constitución Española:
"Un Rey, en fin, que ha de respetar también el principio de separación de poderes y, por tanto, cumplir las leyes aprobadas por las Cortes Generales, colaborar con el Gobierno de la Nación -a quien corresponde la dirección de la política nacional- y respetar en todo momento la independencia del Poder Judicial"
La Monarquía Parlamentaria debe estar con los ciudadanos y servir de garante de la Unidad de España, así como ser neutral, contribuyendo a la estabilidad del país:
"La independencia de la Corona, su neutralidad política y su vocación integradora ante las diferentes opciones ideológicas, le permiten contribuir a la estabilidad de nuestro sistema político..."
"...la Monarquía Parlamentaria debe estar abierta y comprometida con la sociedad a la que sirve; ha de ser una fiel y leal intérprete de las aspiraciones y esperanzas de los ciudadanos, y debe compartir -y sentir como propios- sus éxitos y sus fracasos"
"La Corona debe buscar la cercanía con los ciudadanos, saber ganarse continuamente su aprecio, su respeto y su confianza..."
Preservar la unidad y convivencia actuales es fundamental para el nuevo Rey. El respeto a la diversidad de las diferentes personas y tradiciones que han en España es fundamental, así como el legado que le dejemos a las generaciones venideras:
"Preservar los principios e ideales en los que se ha basado esa convivencia y a los que me he referido antes, no sólo es un acto de justicia con las generaciones que nos han precedido, sino una fuente de inspiración y ejemplo en todo momento para nuestra vida pública"
"Los hombres y mujeres de mi generación somos herederos de ese gran éxito colectivo admirado por todo el mundo y del que nos sentimos tan orgullosos. A nosotros nos corresponde saber transmitirlo a las generaciones más jóvenes"
"Aspiramos a una España en la que se puedan alcanzar acuerdos entre las fuerzas políticas sobre las materias y en los momentos en que así lo aconseje el interés general"
"En ese marco de esperanza quiero reafirmar, como Rey, mi fe en la unidad de España, de la que la Corona es símbolo. Unidad que no es uniformidad..."
"En esa España, unida y diversa, basada en la igualdad de los españoles, en la solidaridad entre sus pueblos y en el respeto a la ley"
El Rey se acordó de las victimas del terrorismo y de la situación de crisis actual, centrándola en los más jóvenes a los que la lacra del desempleo se esta llevando por delante:
" En esa mirada deben estar siempre presentes, con un inmenso respeto también, todos aquellos que, víctimas de la violencia terrorista..."
"...quiero también transmitir mi cercanía y solidaridad a todos aquellos ciudadanos a los que el rigor de la crisis económica ha golpeado duramente hasta verse heridos en su dignidad como personas"
"Y tenemos también la obligación de transmitir un mensaje de esperanza -especialmente a los más jóvenes- de que la solución de sus problemas y en particular la obtención de un empleo, sea una prioridad para la sociedad y para el Estado"
Posteriormente se centro en mirar hacía el esperanzador futuro, sin nostalgias del pasado, pero sabiendo que España, una gran Nación, es heredera de aquellos que nos presedieron. También a destacar la importancia de los lazos internaciones:
"El bienestar de nuestros ciudadanos -hombres y mujeres-, Señorías, nos exige situar a España en el siglo XXI, en el nuevo mundo que emerge aceleradamente; en el siglo del conocimiento, la cultura y la educación"
"Con los países iberoamericanos nos unen la historia y lazos muy intensos de afecto y hermandad"
El final de su discurso es literalmente apoteósico. Digno de un Rey que tiene claro lo que quiere hacer y con que voluntad comienza su reinado:
"Con mis palabras de hoy, he querido cumplir con el deber que siento de transmitir a sus señorías y al pueblo español, sincera y honestamente, mis sentimientos, convicciones y compromisos sobre la España con la que me identifico, la que quiero y a la que aspiro; y también sobre la Monarquía Parlamentaria en la que creo: como dije antes y quiero repetir ahora, una monarquía renovada para un tiempo nuevo.
Y al terminar mi mensaje quiero agradecer a los españoles el apoyo y el cariño que en tantas ocasiones he recibido. Mi esperanza en nuestro futuro se basa en mi fe en la sociedad española; una sociedad madura y vital, responsable y solidaria, que está demostrando una gran entereza y un espíritu de superación que merecen el mayor reconocimiento.
Señorías, tenemos un gran País; Somos una gran Nación, creamos y confiemos en ella.
Decía Cervantes en boca de Don Quijote: "no es un hombre más que otro si no hace más que otro".
Yo me siento orgulloso de los españoles y nada me honraría más que, con mi trabajo y esfuerzo de cada día, los españoles pudieran sentirse orgullosos de su nuevo Rey"
Un gran discurso, que no deja indiferente a nadie. Sabiendo el gran nerviosismo existente debido al momento trascendental de nuestra historia, Felipe VI actuó no sólo con corrección, sino teniendo muy presente que lo importante no es él, ni los diputados, ni los jueces. Lo importante son las personas y que un Rey de España lo tiene que ser no de uno u otro, sino de TODOS los españoles. Para mi este era el discurso que todos queríamos oír. El discurso del Siglo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario