Clásicos Inmortales: La Vida de Brian

Ahora un poco de historia: los Monty Python fue un grupo de humor británico, que fueron reconocidismos por sus sátiras, siempre llenas de ese fino humor tan característico. Empezaron en los 60, aunque sería en los 70 cuando alcanzarían todo su potencial gracias a sus películas como "Los Caballeros de la Mesa Cuadrada". Sin embargo, sería con "La Vida de Brian" con la que alcanzarían la cúspide humoristica, siendo muchas escenas gratamente recordadas por los aficionados al cine.

La vida para Brian, ya desde el comienzo fue realmente difícil, siendo criado únicamente por su madre. Ya desde su mismo nacimiento, unos Magos de Oriente ya lo confundieron con una especie de Mesías, que venía al mundo. Tras dejarle los regalos, viendo su error, los propios Magos vuelven para recuperalos dejandoselos al autentico Mesías.

33 años después, en Judea, Brian (Graham Chapman) acude al Sermón de la Montaña ("¿Que ha dicho? Bienaventurados los gansos"), junto a su madre, donde, varios asistentes acaban peleándose.

Tras ésto, la multitud acude a la lapidación de un hombre que pronunció el nombre de Jehová, y en la que, pese a estar prohibida la presencia de mujeres, son la mayoría de los asistentes, disfrazadas de hombres (lógicamente con barbas postizas), y que acaban con el propio pregonero al pronunciar también el nombre de Jehová.
Viendo el propio interés de Brian por saber sus orígenes, su madre le confiesa que su padre era un centurión que la violo y que, por lo tanto, tiene sangre romana. El propio Brian se rebela afiliándose al Frente Popular de Judea, al mando de Reg (John Cleese), que quiere que los romanos se vayan de su país. Como primera tarea, se le encomienda a Brian la labor de hacer una pintada contra los romanos en su propio cuartel.

El Frente Popular de Judea

Brian afronta el reto con miedo, siendo descubierto por un guardia romano que le reprocha que no sepa declinar bien el latín. Como castigo le obligá a pintar 100 veces su proclama, que era romanos marchaos a casa.

"Romanos marchaos a casa"

La siguiente misión del Frente Popular de Judea es secuestrar a la mujer de Pilatos. Sin embargo, al llegar al palacio se topan con otro grupo judío que tiene las mismas intenciones, y, en vez de unirse, acaban peleándose, siendo Brian el unico detenido en medio de la trifulca.
Le envían ante Pilatos (Michael Palin), que tiene un problema en el habla que siempre provoca la risa de sus guardias (y del propio pueblo judío), que llegan a lo máximo cuando les habla de su amigo Pijus Magnificus y de su esposa Incontinencia Suma. En medio de la confusión, Brian se  escapa, salvándose al ser rescatado por una nave alienigena que, atacada por otras naves acaba cayendo a tierra.

Perseguido por los romanos acude a la sede del Frente Popular de Judea y debe huir por el balcón, que, al romperse le hace caer en el sitio donde de hallaba en que estaba un predicador, que decía al pueblo que él era el Mesías. El propio Brian se ve obligado a improvisar, contandoles las parábolas escuchadas a Jesús, haciendo que algunas personas se fijen en él, y que le persigan hasta el desierto donde es proclamado Mesías, siendo visto cualquier acto suyo como un milagro.

El pueblo persigue a Brian

Su nueva fama le ayuda a seducir a la bella Judith (Sue Jones-Davies), una miembro del Frente Popular de Judea, con la que pasa la noche, para encontrarse al día siguiente al despertar con una multitud esperándole bajo el balcón y ansiosos por escuchar la palabra del que dicen es el Mesías.

Finalmente sera detenido y condenado a morir crucificado sin que el Frente Popular de Judea haga nada. Pilatos va a liberar, según la tradición a un reo. Sin embargo, los judíos, para reírse de él le proponen nombres con R, para finalmente darle el nombre de Brian.

En medio de la crucifixión, ordenan liberarle, pero al preguntar por Brian, sueltan al primero que dijo que era él a pesar de que todos afirmaban llamarse Brian.
Posteriormente, viene el Frente Popular de Judea, encabezado por Reg, que lee un comunicado de admiración, pero no hacen algo por liberarle, como tampoco lo hace el Frente del Pueblo Judaico, que, en vez de liberar a los suyos deciden suicidarse para dar una lección a los romanos (Brian: "serán idiotas").

Sin esperanza de liberarse de la cruz, Brian no tiene más remedio que aceptar la propuesta de uno de sus compañeros de crucifixión, en la que es una de las escenas más recordadas de la película: mirar el lado bueno de la vida.

La película tuvo cierta controversia debido, claro esta, a que muchos vieron una cierta burla al Cristianismo en la misma (en algunos países se llego a prohibir). Sin embargo, es más una parodia de la sociedad judía de la época, que veía Mesías en todas partes ("Yo se que eres el Mesías porque he seguido a muchos"). También es destacable la fuerte crítica a los nacionalismos, centrado en el Frente Popular de Judea, que criticaba a los romanos y, sin embargo, no querían mojarse por uno de sus miembros (caso de Brian crucificado) o que en preferían hacer oídos sordos a las buenas cosas que les habían dado los romanos. Esta obra merece verse una y otra vez, ya que ejemplifica lo que debe ser una buena película satírica.

Ficha

Dirección	Terry Jones
Producción	John Goldstone
Guión	Graham Chapman John Cleese Terry Gilliam Eric Idle Terry Jones Michael Palin
Música	Geoffrey Burgon
Fotografía	Peter Biziou
Montaje	Julian Doyle

 
Otros datos

País	Reino Unido
Año	1979
Género	Comedia
Duración	93’

 
Protagonistas

Actor	Personaje
Graham Chapman	Brian/Rey Melchor
John Cleese	Reg/Oficial de lapidación/Creyente de Brian/Rey Baltasar/Centurión
Terry Gilliam	Geoffrey/Carcelero/Crucificado enfadado
Eric Idle	Carcelero tartamudo/Vendedor de barbas/Stan
Terry Jones	Mandy/Colin/Simón el Hombre Santo/Transeúnte/Bob Hoskins (hombre en la multitud)
Michael Palin	Poncio Pilatos/Ben (preso colgado)/Coordinador de crucifixión, Narizotas, Rey Gaspar
Sue Jones-Davies	Judith

Muerte por lapidación

¿Qué han hecho por nosotros los romanos?

Pijus Magnificus

El lado brillante de la vida