Garzón y el PSOE

Han pasado veinte años desde que Garzón dejara las filas del PSOE para ponerse a investigar finalmente el caso de los GAL. Desde ese tiempo no ha hecho más que dar tumbos: el interés era lo que primaba.

Cuando el caso GAL, su obsesión era meter a Felipe González en la carcel por no hacerlo Ministro, cuando Pinochet se metió en camisa de once varas y cuando el llamado proceso de paz, facilito tal negociación, guardando interesadamente el tema del chivatazo a ETA. Eso sín contar que fue acusado de prevaricación por espiar a los abogados de unos acusados, por no hablar de su total desprecio a la derecha a cuyos dirigentes no les importaría procesar. Porque Garzón pertenece a ese tipo de izquierda que no sólo considera que la derecha es malo, sino que debería ser exterminada de la sociedad. Gente como Garzón no sólo no debe estar en política, sino que debe ser echada de cualquier cargo público. Se tardo, pero finalmente se condeno a tal sujeto, el cual se creía estar por encima del bien y el mal.

Ahora se ofrece al PSOE para acabar con "la derecha reaccionaria" que según él, y muchos como él, utiliza la crísis para acabar con la educación, sanidad y el sueldo de los trabajadores. Le tendría que recordar a ese ex-juez prevaricador que el PSOE al que el pertenecio, el de Felipe, congelo nosecuantas veces el sueldo de los funcionarios, se cargo la educación y mejor no hablar de la sanidad.

Lo que ocurre es que la llamada "civica" de Garzón no ha tenido éxito, lo que le queda es un partido como el PSOE que va dando tumbos en territorios como Cataluña, ya que no sabe lo que quiere. Ese Garzón, afortunadamente, fuera de la judicatura quiere formar parte de un sistema que, com muchos, desprecía, ya que la derecha debe ser erradicada lo antes posible. Afortunadamente, la mayoría de los españoles no se creen a ese señor por mucho que algunos lo denominen como defensor de los derechos humanos cuando él precisamente se cargo un derecho fundamental cuando espió las conversaciones entre clientes y abogados.