Ayer salio por el Tribunal de Cuentas que hasta diecisiete partidos políticos están en quiebra. Una enormidad por la que nadie ha protestado cuando es algo escandaloso.
Si un empresario, el cual se levanta todas las mañanas para levantar el país, le pillaran una décima parte de lo que deben algunos partidos, ahora mismo estaría, por lo menos, imputado. Nadie duda de que los partidos políticos son importantes para la Democracia, pero tienen que cumplir como cualquier empresa. A parte de que deberían sufragar sus gastos con las costas de sus afiliados y no con dinero público, no se les debería condonar deudas, ni llegar a límites económicos tan deplorables que hacen que estén en quiebra técnica. Si determinado partido no cumple, sea de izquierdas o de derechas, debe desaparecer y algunos de sus dirigentes acusados por impagos, lo que hace la situación más dramática, teniendo en cuenta que, como ya he dicho, gran parte de su financiación es mediante el erario público.
Ésto es exactamente igual que los equipos de fútbol. Todo el mundo quiere que los banqueros y empresarios cumplan con la sociedad, hacienda para entendernos, pero con el fútbol y su equipo, no se juega, aunque deban cantidades millonarias que harían cerrar cualquier empresa que debiera lo mínimo exigible.
Yo exigo de todas las personas que cumplan con la administración y de ello no pueden estar exentas partidos políticos o equipos de fútbol, al igual que cualquier empresario. En esto no valen las ideas, ni la simpatías, aquí vale la legalidad. Se ha de ser exigente con todos y el que no cumple ¡Puerta!
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