viernes, 1 de noviembre de 2013

De verguenza

Sólo así puede calificarse el como en el que se supone que reside la Soberanía Nacional que es Congreso de los Diputados, sus "insignes" señorías que se ve tenían mucha prisa por irse de puente, no esperaron a conocer el resultado final de una votación y ante de que el presidente de la cámara dijera que se había levantado la sesión, la mayoría estaba desfilando.


Escenas como esa hacen que se le caigan a uno todo en lo que realmente cree que es la Democracia cuando vemos como los políticos elegidos por los ciudadanos (sistema electoral arcaico aparte) desfilan y casi que se empujan para salir del hemiciclo porque tienen mucha prisa por salir de puente.
Estas escenas me recordaron la anécdota del asalto al Congreso por parte de las tropas del General Pavía durante la I República. Muy al contrario de lo que se cree, no fue un golpe de Estado contra la República, sino contra el sistema federal que se estaba votando y salio elegido. Ante la previsibilidad de tal noticia, Pavía y sus hombres asaltaron el Congreso con la intención de que se estableciera una República unitaria. Fue tanto el miedo que tenían los diputados que, sabiendo a lo que venían las tropas y antes de que Pavía dijera nada comenzaron a salir de forma apresurada, hasta el punto de descolgarse por las ventanas. Viendo esta escena, Pavía, sorprendido, les pregunto: Pero señores, ¿por qué saltar por las ventanas cuando pueden salir por la puerta?" El caso es que este golpe supuso de facto la muerte anunciada del corto periodo del régimen republicano (poco más de un año y cuatro Presidentes)  que concluiría con el pronunciamiento en Sagunto de Martínez Campos a favor de la Monarquía encarnada en Alfonso de Borbón, futuro Alfonso XII.

Diputados a la fuga tras la entrada de Pavía

No sabemos si realmente ocurrió tal como se nos contó, pero en el caso de ayer hay cámaras que pueden atestiguar como unos incompetentes, muchos de los cuales no hablaran en lo que queda de legislatura, pues sólo son un voto, se marchaban deprisa, casi empujándose, para irse de puente. Si tuviera la posibilidad de entrar en el Congreso como Pavía, les preguntaría a esos "respetables" diputados: "Señores, ¿A ustedes les importan los españoles o el sueldo?"

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