Cuando denunciar corruptelas se vuelve peligroso

Esto suele pasar en países que viven de facto una dictadura y lo reconocen o en aquellos donde gobiernan una serie de personajes hipócritas que se atreven a darnos lecciones de Democracia cuando a su vez cierran medios de comunicación no afines o se cargan (y no es una metáfora) a contrincantes políticos o gente "incomoda" para sus intereses.

Desgraciadamente, esta situación lleva dándose en América Latina desde hace mucho tiempo y se ha puesto más de relieve en Argentina donde un Fiscal, que va a sacar una serie de documentación que implica a la Presidenta en asuntos bastante turbios (dejemoslo ahí), es encontrado muerto. Casualidad o no, lo cierto es que la muerte favorece notoriamente al Gobierno Argentino, que enseguida se adelanto a decir que era suicidio y ahora lo niega, ante el revuelo que se sigue formando a raíz de una muerte puramente política. 

América sigue siendo un continente donde contar la verdad, puede acarrear consecuencias. Y no les habló de una verdad subjetiva frente a la verdad subjetiva de otra persona. Es la VERDAD con mayúsculas. Es evidente que la corrupción moral de muchos países latinoamericanos ha llevado al empobrecimiento a muchos ciudadanos, que no ven una salida a su situación, ni hay una mínima esperanza de que esos países con los que los españoles tenemos lazos culturales, idiomáticos y sociales. 

Fiscal hallado muerto (¿asesinato?)

 

Y ahí quiero llegar ¿Por qué España, como Nación, no hace nada frente a la desesperanza de unos ciudadanos americanos que ven como se perpetua la misma chorizada de los últimos 100 años? ¿Por qué España no dirige una auténtica Transición Democrática en América Latina en la que se destierren los pucherazos y los caciques?

Los Estados Unidos siempre coge la "delantera" a España en muchos asuntos en América. Sin embargo, es España la que tiene cierto grado de responsabilidad en lo que esta sucediendo (la descolonización, tras cruentas guerras, fue un desastre) y puede ser la responsable de que por fin los ciudadanos cubanos, venezolanos, argentinos, bolivianos tengan gobiernos que respeten la Libertad y el Respeto de todos y cada uno de ellos, independientemente de su ideología. Con ello, se podrá alcanzar una América auténticamente libre y que haya posibilidad de que los corruptos paguen en la cárcel sus tropelías. Fuera corruptos; fuera vividores; fuera dictadores.