Una de las grandes películas de los 80 y de su director David Lynch, que supo ganarse el aprecio de muchos gracias a esta cinta sobre el caso real de Joseph Merrick, el hombre elefante; un ser humano, que supo ganarse el aprecio de todos los que lo conocieron. En él se cumplió aquello de que la belleza esta en el interior.
Frederick Treves (Anthony Hopkins), un cirujano del Hospital de Londres, descubre a Joseph Merrick (John Hurt), mientras visita un circo. El brutal Bytes (Freddie Jones) es el que lleva el "espectáculo" como el del hombre elefante y es que Merrick es tan deforme que tienen que usar una capucha y una capa en
público. Bytes, a su vez, declara que es un retrasado mental. Desde las autoridades no le dejan presentar al hombre.
Sin embargo, Treves se encuentra
intrigado desde un punto de vista profesional por la condición de
Merrick y paga a Bytes para llevarlo al hospital con la finalidad de examinarlo. Bytes, inicialmente no esta por la labor, pero acabara accediendo a la petición del cirujano. Treves presenta Merrick a sus colegas en una sala de conferencias,
lo que muestra como una curiosidad fisiológica.
Al regresar Merrick
al circo, Bytes le pega tan brutalmente que un aprendiz (Dexter Fletcher) pone sobre aviso a Treves, quien lo regresa al hospital. Bytes acusa a Treves de
explotar igual que él a Merrick para sus propios fines, lo que lleva al
cirujano a hacer lo que pueda para ayudar al desgraciado hombre.
Las enfermeras de hospital están horrorizados ante la apariencia de
Merrick, por lo que Treves lo coloca en una sala de cuarentena, bajo el
cuidado estricto de una encargada, la señora Mothershead (Wendy Hiller). Carr Gomm (John Gielgud),
el Gobernador del hospital, se resiste a dar cobijo a Merrick, que
hasta ese momento no ha articulado palabra alguna, ya que el hospital no está diseñado
como una residencia para incurables.
Recluido en cuarentena |
Para convencer a Gomm,
Treves enseña a Merrick a recitar algunas frases corteses. Gomm descubre el engaño, pero cuando los hombres estan fuera de la habitación, le oyen recitar el Salmo 23. Ambos quedan impresionados, dandose cuenta de que Merrick es más listo de lo que había demostrado hasta esos instantes. La consecuencia es que Gomm le permite quedarse.
Treves quiere darle una vida digna a Merrick |
Merrick se revela gradualmente como un ser sofisticado e inteligente. Pasa sus días
leyendo, dibujando y haciendo un modelo de una iglesia visible a través
de su ventana. Un día, Treves lo lleva a tomar el té por la tarde en su
casa junto con su esposa, Ann (Hannah Gordon).
Merrick, abrumado por el cariño que percibe en sus anfitriones, les
muestra su tesoro más preciado, una foto de su madre, y expresa su idea
de que ella estaría orgullosa de verlo con tan queridos amigos, aunque se siente triste por lo que ella debio sentir al dar a luz a un ser deforme.
Más
tarde, Merrick comienza a recibir a los visitantes la sociedad en sus
habitaciones, entre ellas la célebre actriz Madge Kendal (Anne Bancroft).
Se convierte en un objeto popular de la curiosidad y la caridad a la
alta sociedad, que lo destacan como un hombre inusualmente cortes, algo que contrasta con sus vivencias anteriores llenas de dolor.
A medida que aumentan las visitas, la
señora Mothershead, que tiene a su cargo el cuidado diario de Merrick), se queja a Treves que todavía está siendo tratado como una rareza más que como un ser humano: como un espectaculo de fenomenos, al igual que antes, con la diferencia de que los que van a verle son los de la clase alta.
Treves, se
angustia por esta idea y comienza a cuestionar si ha hecho o no lo
correcto. Mientras que Merrick es tratado bien durante el día, el
portero de noche (Michael Elphick) en secreto gana dinero poniendo los
apostadores de los pubs cercanos a curiosear a Merrick, ridiculizandolo, y tratandolo como una bestia. La junta
directiva discute la decisión de mantener Merrick indefinidamente y se
considera la idea de negarle tal privilegio. Pero entonces, el hospital recibe la visita sopresa de la Princesa de Gales que lleva un mensaje de la mismisima Reina Victoria,
que indica que Merrick recibirá la atención permanente en el centro.
Merrick se queda |
Sin embargo Merrick es devuelto a su antigua vida, cuando Bytes obtiene
acceso a su habitación en uno de las crueldades del portero
nocturno. Bytes secuestra a Merrick y lo lleva a la Europa continental,
donde está una vez más lo exhibe y somete a la crueldad, el abuso y el abandono.
Treves, consumido por la culpa, se entera de lo ocurrido y toma medidas contra el portero de noche
con la inestimable ayuda de la señora Mothershead.
Merrick se escapa con la ayuda de sus compañeros del espectáculo de
fenómenos y logra volver a Londres. Sin embargo, dado su aspecto grotesco, sus andares irregulares y su rara mascara, es acosado por un grupo
de niños en la estación de Liverpool Street, y derriba accidentalmente a
una joven. Él es perseguido, sin máscara, y acorralado por una multitud
furiosa, momento en el que grita una frase, que no puede más que ser aplicada a todo ser humano: "¡NOOO!¡Yo...yo no soy ningún monstruo, no soy un animal, soy un ser humano! Soy...¡un hombre!".
Cuando la policial encuentra a Merrick lo llevan nuevamente al hospital y es reintegrado a sus habitaciones. Se recupera
lentamente pero es evidente que va a morir de su enfermedad pulmonar
obstructiva crónica. Como regalo, la señora Kendal organiza musical en
el teatro en su honor; al final de ella Merrick recibe una sonora ovación. Es verdad: no es un animal; es un ser humano.
Esa noche, de vuelta al hospital, Merrick da las gracias a Treves por
todo lo que ha hecho durante todo este tiempo y termina definitivamente la maqueta de la la Iglesia.
Imitando a uno de sus dibujos en la pared, elimina las almohadas que le
han permitido a dormir en posición vertical y se acuesta en su cama.
Muere, consolado por una visión de su madre, Mary Jane Merrick, citando un poema de
Alfred Lord Tennyson "Nada va a morir".
Conmovedora historia sobre los hechos reales de Joseph Merrick, un hombre con deformidades, pero que con su educación y lucha supo hacer ver que era un ser humano como cualquier otro. La dignidad humana por encima de la apariencia física. El blanco y negro no hace más que resaltar su portentosa calidad dramatica. Una anécdota: Mel Brooks (sobran las presentaciones) fue uno de los productores de la obra, pero durante su promoción se omitio su participación, puesto que querían dejar claro que no era una comedia, sino un drama. Y es verdad. Todo un emocionante y grandioso drama.
Ficha
Dirección
|
David Lynch
|
Producción
|
Jonathan
Sanger
Stuart Cornfeld Mel Brooks |
Guión
|
Eric Bergren
Christopher De Vore David Lynch |
Música
|
John
Morris
|
Fotografía
|
Freddie Francis
|
Montaje
|
Anne V. Coates
|
Otros datos
País
|
Reino Unido
Estados Unidos
|
Año
|
1980
|
Género
|
Drama
|
Duración
|
124’
|
Protagonistas
Actor
|
Personaje
|
Anthony Hopkins
|
Frederick Treves
|
John Hurt
|
Joseph Merrick
|
Freddie Jones
|
Bytes
|
Wendy Hiller
|
Señora Mothershead
|
John Gielgud
|
Carr Gomm
|
Anne Bancroft
|
Madge Kendal
|
Hannah Gordon
|
Ann Treves
|
Michael Elphick
|
Portero de noche
|
Dexter Fletcher
|
Aprendíz
|
Premios
BAFTA
Categoría
|
Persona
|
BAFTA a la Mejor
Película
|
-
|
Cesar
Categoría
|
Persona
|
Cesar a la Mejor
Película Extranjera
|
-
|
El señor es mi pastor (inglés)
¡... Soy un ser humano! (inglés)
Escena final
No hay comentarios:
Publicar un comentario