¿Hasta cuando un hombre esta dispuesto a ser insultado con tal de sobrevivir? Eso le podrían preguntar al Secretario General del PSOE y a sus fieles seguidores cuando consideran que es factible sentarse a hablar con un partido que defiende lo que defiende.
Dicen que es inadmisible hablar con el PP y que muchos de los militantes socialistas no lo permitirían. Eso es lo que pasa cuando desde hace 10 años no se para de insultar y despreciar a la derecha (tachandola de extremista) y crear cordones sanitarios, algo que hace que muchos militantes y simpatizantes (sobre todo los más jóvenes) aseguren que el simple hecho de hablar (sólo hablar) con el PP es peor que hablar con la bicha. Lo de la corrupción no es más que una excusa (llegada de forma "oportuna") para no querer hablar con 7 millones de votantes (¿y la corrupción del PSOE, lo de Irán de quienes yo me se, ...?).
La supervivencia radica en ser Presidente para no desaparecer; quiere hundir a España con tal de permanecer de Secretario General de un partido socialista donde le cuestionan cada vez más con la idea de que muchos no quieren hablar con el tipo de la coleta, pero otros no quieren hablar con el PP y Ciudadanos (o "las derechas" como diría el tipo de la coleta utilizando ese término tan anterior a la triste guerra civil, más propio de "La Pasionaria" que de una persona cabal).
Lo llamativo(o triste, según se mire) es que esta España es el mismo país donde los Fraga, Carrillo, Suárez, González o Tierno Galván se sentaron a hablar, a pesar de la carga y las heridas derivadas de la guerra civil y un lamentable franquismo. Algunos por contra lo que buscan es su propio bienestar político (a pesar de los insultos) y otros parece que no han salido de la cueva y siguen utilizando el frentismo para dividir nuevamente al país. Si pactar con el tipo de la coleta es progreso, Stalin era un demócrata (y convencido, además).
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