viernes, 24 de julio de 2015

¿Pagar o no pagar?

Esa es la cuestión y no otra. El presumible secuestro de los tres fotógrafos en Siria ha vuelto a poner de relieve la cuestión sobre sí es conveniente pagar a unos asesinos. Yo no soy capaz de decantarme por una opción. Pase lo que pase saldremos perdiendo, puesto que si no se paga, los asesinaran, y sí se paga, aparte de volver a cumplirse aquello de que España siempre paga, estaremos de forma indirecta financiando otros atentados y acciones terroristas.


Lo que me resulta llamativo es que muchos (no todos) que se negaban a que repatriaran al misionero contagiado por ebola hace justo un año, sean los mismos que pagarían, sin lugar a dudas, el rescate por los secuestrados. Entiendo su punto de vista, al igual que el de los que no quiere que se pague, pero hay que ser coherente en todo lo que se piensa y dice.

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