martes, 16 de octubre de 2018

Las Diócesis de las Islas Canarias

El antecedente a las Diócesis en las Islas Canarias lo tenemos en el Obispado de las Islas de Fortuna erigido por el Papa Clemente VI el 7 de Noviembre de 1351 (antes de la conquista efectiva), siendo un proyecto de evangelización de las islas por parte de misioneros tanto mallorquines como catalanes (los cuales fueron de facto los Obispos), que fracasó por las incursiones de los piratas por la zona, aparte del enfado de los aborígenes hasta el punto de que 13 misioneros eremitas (que viven solos, alejados de todo contacto humano, orando y sacrificándose) catalanes fueron arrojados por los canarios a la sima de Jinámar el año 1393. El primer obispado per se fue fundado durante la conquista de las islas. Era el Obispado de San Marcial del Rubicón (obispado rubicense), cuya sede era la isla de Lanzarote, siendo erigido en 1406 (tras el establecimiento de los Normandos) por el Antipapa Benedicto XIII de Aviñón, el cual pasó a la posteridad bajo el apelativo del Papa Luna.


Es bien sabido que hubo otro Obispado, aunque duró poco. Era el Obispado de Fuerteventura (cuya sede estaba en Betancuria) erigido por el papa Martín V en 1424 y que duró 7 años, aunque estaba relacionado con el conocido como Cisma de Occidente.
El Obispado rubicense, trasladó su sede a la isla de Canaria (concretamente al Real de las Palmas) en 1483 debido a los constantes ataques de piratas que sufría Lanzarote (de hecho destruyeron la Catedral de San Marcial de Limonges, habiendo actualmente en el sitio donde ésta se encontraba la Ermita de San Marcial de Limoges),  siendo llamada desde ese momento primero Diócesis Canariense-Rubicense y posteriormente por la denominación que mantiene actualmente: Diócesis de Canarias (o Canariensis). Su sede catedralicia sisgue estando en la Catedral de Las Palmas, ubicada en el casco histórico de la ciudad, concretamente en el barrio de Vegueta, junto a la Plaza de Santa Ana y que fue ordenada construir por los Reyes Católicos, comenzando sus obras en 1497. Cabe decir que la Diócesis de Canarias llegó incluir al territorio de Ifni, Guinea Ecuatorial (la Guinea Española) y la isla de Fernando Poo. La Patrona de la Diócesis de Canarias es la Virgen del Pino y el Compatrono es san Antonio María Claret, siendo considerado San Marcial de Limonges  como Patrono histórico de la Diócesis desde que se erigió bajo el nombre de Diócesis Rubicense en Lanzarote. En la actualidad San Marcial es considerado Compatrono de la Diócesis.
Durante muchos años, la Diócesis de Canarias fue la única existente en las Islas, aunque desde la finalización de la conquista de Tenerife (y con ello de toda Canarias), Alonso Fernández de Lugo pidió la creación de una Diócesis con sede en San Cristóbal de la Laguna, la cual englobara a las llamadas islas occidentales. aunque sin conseguirlo, algo que acabó por convertirse en una petición histórica.
La razón más importante para esto era que se consideraba que las islas occidentales no estaban bien atendidas pastoralmente, pero tales peticiones eran tomadas con recelo por las instituciones con sede en la isla de la Gran Canaria. Como para que se callaran, se decidió nombrar un Obispo Auxiliar en Tenerife, Vicente Román Linares, prelado de Dansara en Palestina, pero fue algo transitorio, puesto que tal cosa no gustó. 
En 1818, el clero y las autoridades de Tenerife solicitan de nuevo la creación de su propia Diócesis a la Santa Sede, (teniendo el apoyo de Fernando VII) mediante un documento, "Instrucción de la Cámara de Castilla" con una respuesta favorable del Papa Pío VII.​ Finalmente el 1 de Febrero de 1819 una bula papal aprobaba la división del obispado de Canarias en dos Diócesis. Nacía la Diócesis de San Cristóbal de la Laguna conocida también como Diócesis Nivariense (Nivaria es como los antiguos llamaban a Tenerife por el pico Teide nevado), cuya labor pastoral se circunscribe a las islas occidentales, siendo su sede episcopal en la Catedral de Nuestra Señora de los Remedios (Catedral de San Cristóbal de la Laguna). En tal hecho tuvo su importancia el confesor del Rey,  el presbítero lagunero Cristóbal Bencomo y Rodríguez. No obstante, la Diócesis no tuvo una estabilidad plena durante las primeras décadas de su existencia.

Don Cristóbal Bencomo y Rodríguez

Precisamente por el Concordato de 1851, la sede de la Diócesis Nivariense quedó vacante (pretendiéndose la suspensión de la misma, dado que se quería una Diócesis por provincia y en aquel momento en Canarias sólo había una), aunque finalmente se restableció en 1877. La Virgen de los Remedios es la Patrona principal de la Catedral y del Obispado y San Fernando Rey y Santa Isabel de Portugal son los Compatronos.
Muchos consideran a esta división de la Diócesis como un apartado más (quizás el primero) de aquello que se llama Pleito Insular y que tuvo su continuación con la división provincial y creación de la provincia de Las Palmas en 1927 en plena dictadura de Primo de Rivera.


Lo cierto es que en la actualidad existen en las Islas Canarias dos Diócesis cuya labor pastoral es importantisima para sus fieles: la Díócesis de Canarias (o Diócesis Canariensis) y la Díócesis de San Cristóbal de la Laguna (o Diócesis Nivariense).

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