La cautivadora Louise Brooks

"Una estrella brilla por sí misma, pero muchas veces la soledad la condena"

Louise Brooks

La infancia de Mary Louise Brooks no fue fácil. Sus padres le inculcaron su Amor por la cultura, pero su niñez se movió entre abusos sexuales y el alcoholismo (comenzó a beber sobre los 14 años). Su evasión durante la juventud fue el baile (era muy buena bailarina), siendo descubierta por los directivos de la Paramount, que prometieron que sería una gran estrella. Comenzaba la carrera de Louise Brooks.

Su primera película es de 1925 y a partir de ahí comenzaría a destacar en películas cómicas hasta que "Una Chica en Cada Puerto" de Howard Hawks donde hacía de vampiresa la encumbró a la fama y la hizo muy conocida en Europa. Precisamente, en el viejo continente su carrera sería. impresionante.

Después de rodar "Mendigos de la Vida" (en una de sus mejores interpretaciones, en la que hace de una mujer de pueblo abusada sexualmente y que mata en defensa propia, conociendo a un vagabundo, el cual la ayuda a escapar de la policía que la persigue) y negarse a hacer una película sonora de su película "The Canary Murder Case", Brooks, aprovechando la fama que había adquirido en Europa, decidió ir a Alemania donde rodaría bajo las ordenes de un grande del cine expresionista germano como Georg Wilhelm Pabst.

Allí rodaría su película más reconocida, "La Caja de Pandora" (basada libremente en dos novelas del escritor alemán Frank Wedekind) donde se nos presenta la vampiresa Lulú, una mujer de espíritu libre, la cual lleva a la perdición a todos los hombres con los que se encuentra. El tratamiento llamativo que hace de la sexualidad (introduciendo incluso el lesbianismo), así como la naturalidad de Brooks hicieron de ella algo más que una actriz: un auténtico mito. 

De hecho, Louise creó un estilo propio, encontrándose en su vuelta a los Estados Unidos que muchas mujeres (generalmente chicas jóvenes) vestían como ella o tenían su mismo peinado, el cual creó tendencia. 

Tras "La Caja de Pandora", rodó "Diario de una Chica Perdida" (1929) y "Prix de Beauté" (1930), siendo está última rodada en Francia. 

Las tres películas europeas de Brooks fueron censuradas debido a que su contenido "adulto" y al escándalo por el tratamiento de la sexualidad, así como su critica social. Más allá de eso, Brooks obtuvo la fama, aunque a su vuelta a su propio país estaba en las listas negras estadounidenses y su última obra es de 1938. El cine sonoro, así como sus películas europeas de fuerte contenido sexual para la época acabaron con su carrera. 

Tras unos años de olvido, en los 50 comenzó a restablecerse, siendo restauradas muchas de sus películas, aunque es verdad que su fama nunca llegó a ser la que fue entre los años 20 y 30. Fallecida en 1985, Louise Brooks fue, aunque por muy poco espacio de tiempo, una de las grandes el cine que marcó tendencia tanto en la gran pantalla como fuera de ella.