¿Qué decir después del Sábado? Cualquier palabra se quedaría corta para hacer referencia al campeón de Europa que fue capaz de ganar a un equipo como la Juventus muy fuerte, pero que tampoco era una "máquina perfecta" (como decían otros) y es que jugar contra el Real Madrid no puede ni debe ser fácil. Más de 50 años después, el equipo blanco alcanza la gloria: Doblete Liga-Copa de Europa.
Efectivamente, conseguir la Liga es grandioso, pero la Copa de Europa... no hay amor tan grande como el que siente el Real Madrid por una competición (SU competición) con la que alcanzó relevancia internacional gracias a glorias como aquella Saeta Rubia dirigiendo al equipo y marcando goles, aquel Gento que era un puñal por la banda, aquel Puskas que tenía un cañón en la pierna izquierda y tantos otros que hicieron suya la máxima de que no hay que rendirse jamás. Y fue algo que ha perdurado en el tiempo.
Ni que decir que el otro día, contra la Juventus, con otras glorias muy diferentes a las de los 50 (pero también muy grandes), supieron aguantar la presión de la primera parte para completar una exhibición de juego y goles en la segunda parte. Seguro que allá donde estén, don Santiago y don Alfredo (los que se encargaron de inocularnos el gen ganador) estarían contentos de ver como gana SU Madrid. ¡Hala Madrid!
PD: Acabemos con el himno... de las mocitas madrileñas.
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