Durante su apostolado, Pablo de Tarso redacto una serie de cartas o epístolas destinadas a diversas comunidades cristianas por las que había pasado o el mismo había establecido. Dichos escritos datados del Siglo I son una fuente importantísima a la hora de conocer el pensamiento espiritual y social de la religión cristiana durante sus primeros años.
La historiografía moderna ha dividido las cartas en epístolas paulinas auténticas, que tienen a Pablo de Tarso como su autor prácticamente indiscutible, y las epístolas paulinas pseudoepigráficas (también llamadas deuteropaulinas), cuya autoria por parte del apóstol han sido puestas en cuestión muy recientemente. Dejando aparte esas cuestiones y dando por hecho de que fueron todas fueron escritas por San Pablo, las epístolas fueron redactadas a nivel general para:
- Dar instrucciones a las primeras comunidades sobre el modo de comportamiento correcto, así como dar respuestas a las mismas sobre sus inquietudes espirituales.
- Reprenderles ante un determinado hecho como la falta de unidad.
- Dar muestras de su agradecimiento por su buen comportamiento.
- En las que podemos denominar como cartas pastorales (Timoteo I y II y Tito) el tema esencial es la organización de la Iglesia (Obispos, Prebísteros, etc. ).
- En la carta de Pablo a Filemón, líder cristiano en la Iglesia de Colosas, se ocupa de temas como el perdón y supuestamente fue escrita cuando él estaba en la cárcel (se autodenomina"Prisionero de Jesucristo") y en colaboración con Timoteo.
Las epístolas son trece (con la abreviación entre paréntesis):
- Romanos (Rom).
- I Corintios (I Cor).
- II Corintios (II Cor).
- Gálatas (Gal).
- Efesios (Ef).
- Filipenses (Flp).
- I Tesalonicenses (Col).
- II Tesalonicenses (I Tes).
- I Timoteo (I Tim).
- II Timoteo (II Tim).
- Tito (Tt).
- Filemón (Fil).
Estas epístolas más allá de su labor apostolar, representan una gran importancia no sólo para el cristianismo primitivo, sino para el posterior, ya que, a partir de los pensamientos de Pablo de Tarso, se configuró la religión cristiana posterior, en base a lo que se llamó Cristianismo Paulino, en el que la nueva religión se separaba de las practicas judías (algo que creó conflictos entre Pablo y Pedro) y todos (sean judíos o no) tienen la posibilidad de recibir la palabra de Dios, por lo que también los gentiles (no judíos) pueden salvarse.
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