martes, 10 de noviembre de 2015

Aquella Primera República Española

Mucho se ha hablado de las influencia que pudo tener la Segunda República en la historia de España, así como de sus consecuencias. Sin embargo, aunque suene a perogrullada, antes de una segunda, hubo una primera, que desgraciadamente no ha sido tan tratada como la segunda, pero que merece ser tenida muy en cuenta. Cabe destacar que la Primera República Española se enmarca dentro de lo que se denomina Sexenio Democrático. 


Tras la abdicación de Amadeo I de Saboya como Rey de España, dada la ingobernabilidad del país, la Primera República Española fue proclamada por las Cortes el 11 de Febrero de 1873 por 258 votos contra 32. Estanislao Figueras, uno de los políticos más destacados de entonces, dijo en su discurso que la llegada de la República era "como el iris de paz y de concordia de todos los españoles de buena voluntad". 


Lo cierto es que España se enfrentaba a la insumisión de las colonias de Ultramar, a un estado de pobreza alarmante y se hallaba en medio de lo que sería la Tercera Guerra Civil Carlista. Además tan sólo Estados de corte republicano como Suiza, los Estados Unidos y Francia apoyaron el nuevo sistema en España, rechazándolo los demás, que eran Monarquías o Imperios. Cabe destacar que el cargo de Presidente de la República, nunca existió, estando en su lugar el de Presidente del Poder Ejecutivo (Jefe de Estado y Gobierno) y que la bandera de España seguiría siendo la rojigualda, por lo que conviene resaltar que puede considerarse a la bandera actual tanto monárquica como republicana. 

Bandera de España


Este sistema fue considerado como una república sin republicanos y es que habían dos bloques diferenciados, que a su vez estaban divididos. Se encontraban los monárquicos (divididos en Borbónicos, con Cánovas del Castillo al frente, los cuales defendían la Monarquía en la persona de Alfonso de Borbón, hijo de Isabel II, y los Carlistas, que defendían la monarquía gobernada por la rama salida de Carlos María Isidro de Borbón) y los republicanos (divididos entre los centralistas y los federalistas). Por otra parte, los federalistas estaban divididos entre aquellos que defendían la llegada de un Estado Federal bien mediante el pacífismo o la violencia. 

Pugna entre repúblicanos unitarios y federales, que rompen a la República

En este tiempo hubo cuatro Presidentes del Poder Ejecutivo: Estalisnao Figueras, Francisco Pi y Margall (que proclamó el Estado Federal), Nicolás Salmerón y Emilio Castelar. Durante el Gobierno de Pi y Margall tuvo lugar el proyecto de Constitución de República Federal de 1873, la cual nunca fue aprobada, y teniendo lugar en ese momento la proclamación de pequeños Estados federales a los que se llamó cantones, (del cual el más conocido fue el de Cartagena), generandose una rebelión cantonal por parte de aquellos que querían instaurar de forma inmediata la República Federal sin esperar a que las Cortes Constituyentes elaboraran y aprobaran la nueva Constitución Federal. 

Bandera del Cantón de Cartagena
  
Esto propicio una serie de revoluciones en toda España que acabaría con muchos muertos y Alcaldes literalmente linchados. Pi y Margall dimitió, no sin antes, arrepentirse de haber adoptado una actitud federal muy radical. 

Pi y Margall desbordado por el federalismo

Tras la elección a toda prisa de Nicolás Salmerón como Presidente del Poder Ejecutivo, la rebelión fue cortada por los Generales Martínez Campos y Pavía, condenándose a muerte a los insurrectos, sin embargo, Salmerón, que era contrario a la pena de muerte, dimitió de su cargo para no firmar ninguna sentencia. 
Tras esto fue elegido Castelar, un excelente orador (recuerden la frase "esta hecho un Castelar" para referirnos a aquel que tiene una gran capacidad de comunicación) y partidario de una república unitaria. Sin embargo, la inestabilidad política patente durante los meses anteriores, se hizo efectiva en un Castelar, que se vio forzado a presentar la dimisión, tras perder en una votación de confianza por 120 votos frente a 100. 

Emilio Castelar

Ante el miedo de que se eligiera a otro republicano federal, los militares partidarios de la república unitaria intervinieron, dirigidos por el General Pavía. Así se ordenó que desalojaran las Cortes, oyendose disparos por los pasillos del hemiciclo como efecto disuasorio, algo que resulto efectivo porque todos y cada uno de los parlamentarios desalojaron el edificio rápidamente. 

Desalojo de las Cortes

La República como tal estaba muerta, algo que quedó patente con la llegada al poder del General Francisco Serrano, que impuso de facto una dictadura que se ha dado en llamar como República Unitaria, la cual duró unos meses hasta el pronunciamiento en Sagunto del General Martínez Campos, que traería de vuelta a la Monarquía Borbónica en la persona de Alfonso de Borbón, hijo de la despuesta Isabel II, que reinaría con el nombre de Alfonso XII de España. 


Dicho pronunciamiento tuvo lugar el 29 de Diciembre de 1874. 15 meses habían pasado desde la proclamación de la Primera República Española, habiendo 4 Presidentes, una Constitución Federal inacabada, miles de muertos por las revueltas cantonales, un golpe de Estado y un Presidente que impuso una dictadura. Mientras España seguía teniendo problemas sociales y la guerra civil carlista estaba en su punto más álgido. Lo cierto es que desgraciadamente aquella Primera República Federal o Unitaria no fue el remanso de Paz y Armonía que Figueras había previsto que fuera en aquel discurso con la que inició su mandato.  

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