Hay actores que ahora son muy valorados, pero no siempre fueron así. La gran "culpa" la tuvo el hecho de que se metieran de lleno en un género en concreto. Uno de ellos, nació en 1907 y ha sido uno de aquellos de los que podemos decir marco toda una época. Les estoy hablando de John Wayne.
No sería posible comprender el género cinematográfico del Western sin dos grandes. Uno fue John Ford y el otro John Wayne, que fue todo un bastión para el propio Ford, que incluso solicito su presencia para realizar una película llamativa porque para nada entraba dentro de los cánones ni del director, ni de Wayne: "El Hombre Tranquilo".
Pasando desde los años 30 hasta los 60, Wayne realizo multitud de producciones como "La Diligencia", "El Hombre que mato a Liberty Valance", "Centauros del Desierto" o "El Día D", obras que forman parte de toda una época, siendo grandes clásicos del séptimo arte ("Cuando la gente dice que una película de John Wayne ha tenido mala
crítica, no me importa. A la gente le gusta mis películas y eso es todo
lo que cuenta").
Wayne era un actor de raza y por eso siempre represento con dignidad su papel de tipo duro ("Yo no actúo... Yo reacciono"), aunque en realidad a pesar de su aspereza, podía llegar a ser un tipo sensible, amigo de sus amigos, siempre dispuesto a ayudar, aunque en más de una película mostrara reticencias iniciales ("Nunca creo en un hombre que no bebe ").
Hoy en día, hay pocos actores como John Wayne. Probablemente actuaciones tan llenas de raza no tendrían cabida en el Hollywood actual. Sin embargo, era un actor como la copa de un pino. Y es que ya lo dijo el propio John Ford: "No sabía que el muy hijo de puta podía actuar".
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