sábado, 4 de octubre de 2014

Clásicos Inmortales: Ninotchka

Esta es una de las mejores comedias de la historia, siempre con la critica "encubierta" del fenomenal cineasta Ernst Lubitsch hacía los totalitarismos. En el caso de esta magnífica obra, utiliza la crítica al comunismo para presentarnos una clásica comedia romántica de la época en la que una agente comunista se enamora de un noble, que, como es lógico, pregona todo lo contrario a los ideales que ella dice defender.


Tres miembros de la Junta de Comercio Ruso, Buljanoff (Felix Bressart), Iranoff (Sig Ruman) y Kopalski (Alexander Granach) llegan a París. Su misión es vender las joyas de la Gran Duquesa Swana y conseguir dinero para su país. Para ello, a pesar de sus reticencias iniciales se acaban instalándo en el lujoso gran hotel Clarence, donde alquilan la cámara real. Sin embargo, pelillos a la mar, se instalaran definitivamente en dicha habitación, ya que ("gran" excusa) es la única con una caja fuerte grande, que les servita para guardar las joyas a vender.
En el hotel trabaja como camarero un antiguo conde ruso amigo de la Gran Duquesa, que la avisa de que sus joyas se encuentran en París, por lo que ésta interpone una demanda a través de su amante Leon d'Algou (Melvyn Douglas), que a la vez embauca a los rusos con comida y mujeres, haciendo que ellos envíen un telegrama a Rusia sugiriendo repartir las joyas al 50%.


Eso supone su cese y el posterior envío de la camarada Yajusowa (Greta Garbo) para resolver el asunto. Los cesados miembros de la junta seran los encargados de recogerla, equivocandose primeramente con un hombre, dandose cuenta de su error cuando lo ven saludar al "estilo nazi" (nos hemos equivocado de partido). Finalmente, la encuentran, llamandoles la atención de que fuera una mujer. Una mujer, que destaca no sólo por su firmeza a la hora de defender los ideales comunistas (le parece escandalosa la lujosa camara real), sino por su seriedad y frialdad.  Una vez instalada en París, coincide por casualidad con Leon d'Algou que, comienza a flirtear con ella, llegando a acompañarla hasta la Torre Eiffel, tras comprar un libro sobre la misma. 

Leon ayuda a Ninotchka a orientarse en París

Posteriormente, invita a su casa donde ella trata de estudiar la decadente burguesía occidental, aunque finalmente cae en los brazos del noble hasta que les interrumpe el teléfono, enterándose de esta forma que sus compatriotras están negociando a sus espaldas, por lo que decide dar por rota su relación.


Pero Leon no quiere perderla, por lo que la sigue hasta el bar de obreros al que ella acude a comer y donde trata de volver a seducirla y hacerla reír contándole varios chistes sin resultado. Finalmente acabara riendose no con un chiste, sino cuando Leon cae estrepitosamente de la silla.
Mientras, comienzan las negociaciones, que llevarán a un juicio que se demorará 15 días, aunque para entonces ha cambiado la actitud de Ninotcka, que esta más alegre, y que se atreve a cometer la frivolidad de comprar un sombrero llamativo que en el momento de llegar a Francia le pareció horroroso.


La joven acude a ver a Leon y van a la ópera y tras ello a un elegante café donde coinciden con la Gran Duquesa, que se sorprende al ver la elegancia de la bolchevique, dándose cuenta de que Leon se ha enamorado de ella.


Ninotchka disfruta esa noche de su primer champán, acabando borrachos ella y Leon en la suite de su hotel donde sacará las joyas para divertirse. La Gran Duquesa la despertara al día siguiente durante el mediodía, que aprovechando la borrachera y la complicidad del camarero se hizo con las joyas, proponiendo un trato a Ninotchka. Ella le devolverá todas las joyas y renunciará legalmente a ellas, si Ninotcka accede a coger el primer avión de la tarde hacia Moscú.

La Gran Duquesa habla con Ninotchka

Cuando León acude a ver a la Gran Duquesa para confesarle que está enamorado de Ninothcka, ésta le manifiesta que ella no se encuentra en París. Él hará todo lo posible para ir a Rusia, pero su entrada se la denegaran.
Un año más tarde, Ninotcka se reúne en Rusia con sus amigos Buljanoff, Iranoff y Kopalski y recuerdan los momentos pasados en París. Ellos el entregan una carta de León censurada en su totalidad.

Ninotchka y sus antiguos camaradas

Pero todo cambiara para Ninotchka. Una nueva misión de venta de pieles en Constantinopla requiere de su presencia, cuando tras seis semanas allí sus amigos no consiguieron vender ninguna, además de haber montado diversos escándalos debido a sus borracheras.

Cuando la joven llega a Constantinopla comprueba que sus camaradas han montado un restaurante de comida rusa, diciendo que no volveran a Rusia. Allí descubre que León la está esperando, pues, al no poder entrar en Rusia decidió sacarla a ella, que no podrá resistirse por más tiempo a sus sentimientos. Finalmente, acabaran dando rienda suelta a su amor. Ninotchka y León pueden por fin estar juntos sin barreras de ningún tipo.


Una de las clásicas historias de Lubitsch, uno de los grandes cineastas de su época, con una maravillosa Greta Garbo, que fue nominada al Oscar, en su penultima película, destacando por fin en una comedia. Una maravillosa película que merece verse una y otra vez gracias a su fenomenal romance y una fuerte critica al totalitarismo comunismo, asociandolo con su confrontación al capitalismo.

Ficha

Dirección
Ernst Lubitsch
Producción
Ernst Lubitsch
Sidney Franklin
Guión
Melchior Lengyel
Charles Brackett
Billy Wilder
Walter Reisch
Música
Werner R. Heymann
Fotografía
William H. Daniels
Montaje
Gene Ruggiero
 
Otros datos

País
Estados Unidos
Año
1939
Género
Comedia, Romance
Duración
110’
 
Protagonistas

Actor
Personaje
Greta Garbo
Ninotchka
Melvyn Douglas
Leon d'Algou
Ina Claire
Gran Duquesa Swana
Béla Lugosi
Razinin
Sig Ruman
Iranoff
Felix Bressart
Buljanoff
Alexander Granach
Kopalski
Rolfe Sedan
Director del hotel

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