El cartel con el que se publicito esta película en España decía: "Un Film de STANLEY KUBRICK, el único realizador que hizo de la ciencia-ficción una obra de arte". Ni yo mismo lo hubiera dicho mejor. Y es que Kubrick hizo de un género hasta entonces considerado menor o de serie B, todo un modelo a seguir para futuras obras, destacando por la belleza tanto visual como sonora.
En comienzo de la película se nos presenta a la Tierra ascendiendo sobre la Luna, mientras que el Sol asciende a su vez sobre la Tierra, todos en una perfecta alineación. En este momento comienza a escucharse la composición musical "Así habló Zarathustra" de Richard Strauss. La intro carece de créditos, algo inhabitual en aquellos años. La película consta de tres partes: El Amanecer del Hombre, Misión a Júpiter y Júpiter y Más Allá del Infinito.
El Amanecer del Hombre
Nos muestra, la vida cotidiana de un grupo de primates donde se les observa en busca de alimento y conviviendo
aparentemente de forma pacífica. Después uno de los miembros de esta
manada es atacado y muerto por un leopardo. Se muestra su disputa con otros grupos de primates por poder beber el agua de una charca
y por el espacio vital. Su territorio. Se muestra
cómo los primates temen a la oscuridad nocturna y a sus depredadores por lo que descansan dentro de una pequeña cueva.
En un amanecer, uno de los primates se despierta, encontrándose con un monolito negro, un bloque de varios metros de altura que provoca la alarma en el grupo despertando la confusión y el medo. Poco después, van perdiendo ese miedo, llegando incluso a acariciarlo. Posteriormente, uno
de los simios se da cuenta de cómo utilizar un hueso como herramienta y arma al tiempo que se observan varios flashbacks mentales del monolito, sugiriendo la película que éste ha provocado ciertos cambios en la conducta de los primates, dándoles algún grado de conciencia sobre los recursos
disponibles debido a que ahora los monos son capaces de
matar animales y comer carne. A la mañana siguiente le arrebatan el
control de la charca a la otra manada, matando al líder rival. El primate vencedor, enorgullecido por su triunfo lanza su
hueso al aire, produciéndose una adelanto temporal en la
narración: el hueso que asciende en el aire, pasa a convertirse en una nave que surca el espacio entre la Tierra y la Luna en el
año 1999 de nuestra era.
En el espacio |
Ahí se nos presenta al el Doctor Heywood Floyd (William Sylvester), que viaja de la Tierra a la Luna, primero en un avión-cohete que lo eleva hasta una estación espacial en órbita. Todo eso sucede, mientras sueña el maravilloso "Danubio Azul" de Strauss. Durante su estancia, el Doctor realiza una videoconferencia con su hija en la Tierra y se encuentra con científicos de otros países,
en el que le preguntan sobre la extraña incomunicación con la base
estadounidense de Clavius, y si son ciertos los rumores que apuntan a
una epidemia en la misma.
El Doctor tiene una misión, que nos es revelada en una conferencia: ha viajado para hacerse cargo de la investigación del descubrimiento de un monolito negro de una forma perfecta y superficie lisa, que se halla enterrado en el Cráter Tycho y que se descubrió durante un análisis magnético de la superficie lunar. Hasta ese momento el monolito se había resistido a cualquier tipo de
análisis de su estructura o de sus características y tampoco había
demostrado ninguna actividad. Lo que parece quedar claro es que se
trata de algo fabricado por una civilización extraterrestre avanzada, que había sido enterrado de forma intencionada y que era la primera prueba real de la existencia de vida extraterrestre, por lo que, según el Doctor, se debía mantener en secreto de momento.
La expedición viaja hasta la excavación, bajando hasta el nivel del monolito,
maravillándose al ver y tocar algo tan perfecto. Es en
ese momento cuando está amaneciendo en esa parte de la Luna y el monolito, al recibir el primer rayo de sol desde que fue enterrado, emite una potente señal acústica aturdiendo a los presentes.
Misión a Júpiter
Han pasado 18 meses desde la expedición del Doctor Floyd y ya nos encontramos en el año 2001. La nave espacial Discovery 1 viaja hacia Júpiter con cinco tripulantes, tres en hibernación, dos despiertos, David Bowman (Keir Dullea) y Frank Poole (Gary Lockwood), y un supercomputador de última generación llamado HAL 9000 (voz de Douglas Rain), que gobierna la nave utilizando inteligencia artificial y que puede comunicarse con los humanos en todas las partes de la nave mediante el habla. La
vida a bordo es bastante monótona, mientras llegan a su destino. Todo parece estar controlado por HAL.
HAL 9000 |
Poco antes de llegar al punto de destino, HAL 9000 pregunta a Bowman
si no tiene dudas sobre la misión y su secretismo, pero al responder
éste negativamente, HAL se autointerrumpe para anunciar un fallo en una
unidad de comunicaciones que podría dar lugar a la pérdida de la
conexión con la Tierra. Bowman sale de la nave en una de las pequeñas naves esféricas con brazos de manipulación y sale para reemplazar la unidad supuestamente averiada. Cuando regresa al
interior todos los análisis son correctos y desde el
control de la misión, con un computador gemelo a HAL, tampoco encuentran el fallo. Ésto pone en entredicho la fiabilidad de HAL, hasta el punto de que que Bowman y Poole planean desconectar sus funciones superiores para evitar cualquier fallo en la misión.
Bowman y Poole hablan sobre la posibilidad de desonectar a HAL |
HAL averigua sus intenciones, acabando con Poole, que sale despedido de otra nave esférica y aunque Bowman intenta salvar su compañero, éste acaba falleciendo. Por otra parte, los tripulantes hibernados, también acaban muriendo por un HAL, pendiente de su propia "supervivencia" antes de finalizar su misión.
Bowman va a desconectarlo y durante el recorrido, HAL parece querer
explicar lo sucedido, disculpándose por todo y pidiendo que no lo
desconecte. Consigue entrar en la sala que contiene las funciones
principales de HAL y poco a poco va extrayendo sus tarjetas de memoria, desconectando, por lo tanto, las funciones de HAL, que suplica
compasión a David, pero cada vez tiene mayores problemas de comunicación hasta
que parece retornar a sus funciones iniciales y primeras enseñanzas, siendo una de ellas la canción "Daisy, Daisy".
Al quedar desconectado HAL, se pone en marcha una grabación que pone al
corriente a Bowman de su verdadera misión: la
investigación del origen de la señal emitida por en 1999, en un
punto cercano a una de las lunas de Júpiter.
Júpiter y Más Allá del Infinito
Meses después, Bowman llega a los alrededores de Júpiter y sale
en una de las naves esféricas a investigar un enorme monolito negro que
órbita la luna
y que fue el origen de la señal de 1999. Al acercarse hacia él de forma considerable, Bowman comienza un viaje extraño y alucinante, por
unos paisajes psicodélicos a gran velocidad.
La escena cambia bruscamente y Bowman se encuentra dentro de la
pequeña nave pero, a la vez, en el interior de una extraña habitación
decorada al estilo Luis XVI. Sale de la nave sin comprender qué es aquello. Finalmente, en una rápida sucesión, se ve a sí mismo
cada vez más viejo hasta acabar moribundo en la cama frente al monolito. De forma repentina, Bowman toma forma de feto
dentro de una esfera transparente en la cama de aquella habitación,
pasando luego a flotar en el espacio sobre la Tierra, constuyendo esta escena en un maravilloso final en el que utiliza, como en el inicio, la música
de "Así habló Zaratustra" de Richard Strauss.
Una de las grandes obras de Kubrick y de la ciencia-ficción, que refleja un cuidado asombroso por los datos científicos y la imagen, que siempre va en consonancia con la maravillosa música de los Strauss. No es una película donde se den los diálogos y es que con la música y la imagen se dice muchas cosas Una obra de arte, cuyas escenas forman parte de la historia moderna del cine. Unas escenas que llevaron a este film a ser una de las grandes películas de culto.
Ficha
Dirección
|
Stanley Kubrick
|
Dirección Artística
|
John Hoesli
|
Producción
|
Stanley Kubrick
|
Diseño de producción
|
Ernest
Archer
Harry Lange Anthony Masters |
Guión
|
Stanley Kubrick
Obra: Arthur C. Clarke |
Música (por orden)
|
Richard
Strauss
Johann Strauss Jr.
Aram Khachaturian
György Ligeti |
Sonido
|
A. W. Watkins
(Supervisión)
H. L. Bird (Mezcla) Winston Ryder (Edición) |
Maquillaje
|
Stuart Freeborn
|
Fotografía
|
Geoffrey Unsworth
John Alcott (sustituto |
Montaje
|
Ray
Lovejoy
|
Vestuario
|
Hardy Amies
|
Efectos especiales
|
Stanley Kubrick (diseño)
Douglas Trumbull (dirección) Wally Veevers (supervisión) |
Otros datos
País
|
Reino Unido
|
Año
|
1968
|
Género
|
Ciencia ficción
|
Duración
|
143’
|
Protagonistas
Actor
|
Personaje
|
Keir Dullea
|
Dave Bowman
|
Gary Lockwood
|
Frank Poole
|
Douglas Rain
|
Voz de HAL 9000
|
William Sylvester
|
Dr. Heywood Floyd
|
Premios
Oscar
Categoría
|
Persona
|
Oscar a los Mejores
Efectos Visuales
|
Stanley Kubrick
|
BAFTA
Categoría
|
Persona
|
BAFTA a la Mejor
Fotografía
|
Geoffrey Unsworth
|
BAFTA al Mejor
Sonido
|
Winston Ryder
|
BAFTA al Mejor Diseño
de Producción
|
Tony Masters
Harry Lange Ernie Archer |
David di Donatello
Categoría
|
Persona
|
David di Donatello al
Mejor Productor Extranjera
|
Stanley Kubrick
|
El amanecer del hombre
En el espacio (Danubio Azul)
La desconexión de HAL
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