Lo cuenta el libro del mismo nombre. Judith (o Judit) era una bella viuda judía de la que se quedó prendado Holofernes, el General asirio a las ordenes de Nabucodonor II, que está a punto de destruir la ciudad de Betulia.
Judith, la cual era viuda y cuyo difunto esposo le había dejado riquezas, se da cuenta de que el General se ha enamorado de ella, por lo que lo engaña a él, haciéndole creer que también se ha enamorado de ella.
Judith a la mesa de Holofernes |
Es por eso que consigue entrar en su tienda sin levantar sospechas de ningún tipo, haciendo que se emborrache, quedando éste de forma inconsciente. De esta forma, Judit, le decapita con su propia espada y huye llevándose la cabeza en una cesta, bolsa o
alforja.Las escrituras nos cuentan que esto siembra el desconcierto en los invasores, por lo que Israel obtiene una victoria rotunda, siendo Judit considera una heroína para su pueblo.
El libro de Judit (de autor desconocido) pretende ser ejemplo de patriotismo por parte del pueblo de Israel en épocas confusas para ellos. Judit con la cabeza de Holofernes ha sido representada en multitud de ocasiones en la pintura y a día de hoy el libro de Judit es solamente considerado canónico por los católicos, ortodoxos, y ortodoxos orientales.Lope de Vega le dedicó este soneto al triunfo de Judit:
"Cuelga sangriento de la cama al suelo
el hombro diestro del feroz tirano,
que opuesto al muro de Betulia en vano,
despidió contra sí rayos al cielo.
Revuelto con el ansia el rojo velo
del pabellón a la siniestra mano,
descubre el espectáculo inhumano
del tronco horrible, convertido en hielo.
Vertido Baco, el fuerte arnés afea
los vasos y la mesa derribada,
duermen las guardas, que tan mal emplea;
y sobre la muralla coronada
del pueblo de Israel, la casta hebrea
con la cabeza resplandece armada"
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