viernes, 28 de septiembre de 2018

Filemón y Baucis

Cuenta la historia que Zeus, Rey de los Dioses, y Hermes, el mensajero, tras un viaje (estaban transformados en mendigos) llegaron a la ciudad de Tiana en medio de una tormenta. A pesar de que estaban empapados y parecían hambrientos, ningún habitante de dicha ciudad quiso acogerles... excepto por el matrimonio formado por dos ancianos, Filemón y Baucis, que los acogieron en su humilde cabaña. 


Después de servir vino y comida a sus invitados, Baucis notó que a pesar de llenar varias veces los vasos de aquellos foráneos, la jarra de vino siempre estaba llena, por lo que intuyó que eran deidades, algo de lo que advirtió a su marido. 


Dado que, según él, la comida que era servida no era digna de tales invitados, Filemón decidió ofrecerles un ganso, el cual era el único animal de la casa, pero cuando Filemón se acercó al ave, el animal corrió hacia el regazo del Rey de los Dioses, el cual les dijo que tan sacrificio no sólo no era necesaria, sino que tenían que irse no sin antes advertirles que destruirían la ciudad por el trato recibido por parte del resto de habitante y que debían subir a lo alto de una montaña con él y no darse la vuelta hasta que llegaran a la cima. Zeus, mediante una inundación destruyó la ciudad, dejando sólo en pie la cabaña del matrimonio, la cual posteriormente fue convertida en templo. 


Zeus les ofreció un deseo y el matrimonio pidió ser guardianes del nuevo templo, vivir la mayor cantidad de tiempo posible juntos y morir al mismo tiempo, ya que su Amor era tan profundo que sólo deseaban estar él uno con el otro y no soportarían que uno de los dos falleciera. Tras su muerte, Zeus los convirtió en árboles, que se inclinaban uno hacia el otro ,mientras decían sus últimas palabras de Amor eterno. A Filemón lo convirtió en un roble y a Baucis en un tilo, siendo inseparables para la Eternidad.

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