Viendo el andar de la perrita no me extraña el análisis absurdo de un PSOE temeroso de que la extrema izquierda le adelantara, vendiendo como gran éxito el fracaso absoluto. Lo que me sorprende es lo de Rivera. Después de conocerse los resultados no paró de hacer mención a una ley electoralinjusta (la misma que le dio 40, le da ahora 32) y seguir con un veto a Rajoy que roza el ridículo, teniendo en cuenta que tal obstinación ha hecho que Ciudadanos, al igual que el PSOE y la extrema izquierda, se hayan visto como culpables del bloqueo.
Mariano, ese político nada proactivo, inoperante en muchas situaciones y que es perro viejo en estas lides, ha hecho su campaña y los demás se la han hecho a él. Sabe que sus adversarios políticos viven en la incoherencia más absoluta y en algunos casos utilizan las redes sociales como una herramienta de menosprecio a su persona que hace retraer el voto o recupere el apoyo perdido. El problema de algunos es que se creen mejores por ser jóvenes o haber nacido en Democracia, pero el respeto, la autocrítica y el tomarse en serio las cosas va más allá de la edad. Regeneración, esa palabra de la que ahora se apropian algunos, es no vetar a aquel que no sólo ha obtenido la mayoría del apoyo popular, sino que respeta la Constitución y las leyes.
El castigo de la ciudadanía es tan evidente que algunos deberían mirar si es sólo por el sistema electoral y por culpa de líderes de extrema izquierda (patético Sánchez en acción) o debido a la tomadura de pelo a la que nos han sometido los últimos 6 meses.
No hay comentarios:
Publicar un comentario