Hitchcock según Hitchcock

"El suspense es, antes que nada, la dramatización del material narrativo de un film o, mejor aún, la presentación más intensa posible de las situaciones dramáticas"

Hoy es indudable que Alfred Hitchcock es un genio incuestionable del cine. Admiración y asombro nos producen todas y cada una de sus obras, que merecen una revisión constante. Sin embargo, eso no siempre fue así. Hitchcock tuvo que sortear a sus críticos como pudo y en los años 60 estaba aún más de capa caída frente a unos críticos de cine que nunca le comprendieron del todo. Ahí es donde entra François Truffaut.

Truffaut ya era un cineasta conocido cuando conoció a su ídolo. En aquel 1966 ya había rodado obras magníficas como "Los 400 Golpes" y "Jules y Jim" con críticas muy favorables, pero estoy seguro que hubiera cambiado muchas de ellas por conocer al maestro del suspense. Truffaut quedó con Hitchcock para hacerle una serie de entrevistas con vocación de que salieran publicadas en forma de libro y para que todos, incluidos sus detractores, vieran que estaban ante uno de los grandes del cine.

Truffaut e Hitchcock

Desde su infancia hasta en ese momento, Hitchcock desmenuza su vida no ya desde el punto de vista cinematográfico, sino humano. Con una educación eminentemente católica (estudió con los jesuitas), Hitchcock no se declara practicante y advierte que desde pequeño siente cierto miedo a la policía. Empezando desde su etapa muda hasta la sonora, ya se advierte que desde su juventud, las obras de Hitchcock son muy distintas a las películas inglesas habituales (más dadas al teatro que a la pantalla), nos explica el motivo de sus cameos en base a la necesidad de extras (al final se convirtió en costumbre supersticiosa) y que la película para que le contrararon para rodar por primera vez en los Estados Unidos iba a ser sobre el Titanic, pero acabó siendo "Rebeca".

Frente a frente

Película a película nos va demostrando su carácter meticuloso y el motivo de esta u otra escena, detallandonos conceptos que fueron claves en su obra como el celebre Macguffin. Incluso Truffaut se permite el lujo de comentar que su obra favorita del maestro del suspense era "Encadenados".

Esta serie de entrevistas salieron en 1967 en un libro, cuyo título es "El Cine según Hitchcock", una auténtica biblia del cine, la cual es de lectura imprescindible, ya que nos sirve para comprender a un hombre extraño algunas veces; genial siempre.