viernes, 15 de agosto de 2014

"... y los sueños, sueños son"

Así termina uno de los soliloquios más grandes de la historia del teatro. Con esta simple frase, Segismundo, Príncipe de Polonia, que es encerrado en la prisión, puesta que el oráculo ha predicho a su padre el Rey Basilio de que su hijo será un déspota. Pero ¿Esta predicho el destino? ¿Las estrellas nos dicen que sucederá? 


Eso que se pregunto el gran Sófocles en su "Edipo Rey", lo llevo a las tablas del teatro español, uno de los más grandes literatos de la historia. Dicha obra fue estrenada en 1635 y su autor don Pedro Calderón de la Barca. El título: "La Vida es Sueño". 


Es una obra que les recomiendo por dos cosas: una por su gran argumento, que pone de relieve él como el hombre esta por encima de cualquier posibilidad de predestinación. La otra por este magnifico soliloquio en la que un Segismundo, cargado de cadenas, maldice su mala suerte y el como los hombres le dan tanta importancia a los bienes materiales cuando "han de despertar en el sueño de la muerte".

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