Hace tiempo, hablando sobre el negocio que representaba un equipo de fútbol, que parecía más una empresa que una sociedad deportiva, Pepe Samitier, uno de los más grandes deportistas del balompié patrio, dijo aquello de que "Si el fútbol fuera negocio, hace tiempo que lo tendrían los bancos".
Todavía no se ha llegado a tal extremo, pero la cosa para nuestra desgracia va por ese camino. El fútbol ha pasado de ser una vocación a la hora de fomentar la saludable practica del deporte a un continuo vaivén en la que los clubes se endeudan y los futbolistas ganan más en marcas publicitarias que dándole patadas a un balón.
Ésto viene a colación de dos noticias que me llamaron la atención. La primera fue el enfado de Florentino Pérez, Presidente el Real Madrid, durante la comida con la directiva del Sevilla por la Supercopa de Europa, en la que los representantes del Sevilla se excusaban su inferioridad en que el Real Madrid es un equipo muy rico. Dejando de lado que es verdad, no deja de ser la típica excusa absurda para argumentar delante de su afición el por qué son incapaces de ganar al conjunto blanco. Primero fueron los árbitros ("siempre perjudican al pequeño") y ahora la gran diferencia son los incentivos económicos. Que yo sepa, el Sevilla ganó la Europa League y tanto Madrid, Barcelona y otros grandes equipos no han ganado siempre todo.
Otra noticia es lo del descenso administrativo del Real Murcia, que ha parado otro juez estrella (¿Cuántos "Garzones" hay en nuestra justicia?) aludiendo que el equipo murciano podrá pagar la deuda, sí se queda en la Segunda División A. En primer lugar, dicho Juez no es competente para tal cosa y en último lugar, sí el equipo murciano no ha podido pagar lo que debe estando en la categoría, no creo que lo haga ahora. Lo llamativo son las oleadas de personas que han salido a la calle para defender a su Real Murcia, algo que sucedio hace casi 20 años cuando Celta y Sevilla tenían que haber descendido de la Primera División. La gente protesto, se armo la gorda y permitieron que ambos equipos permanecieran. El resultado es que durante dos años hubo una Liga de 22 equipos.
Estoy empezando a pensar que el fútbol, independientemente de muchas cosas, esta cada vez más en manos no ya de los bancos, sino de las administraciones públicas, que los utilizan a su antojo porque temen que por su mala gestión, desciendan y la gente se les eche encima por no haber hecho nada. Ahora que siempre esta "bien" protestar porque un equipo dirigido por unos mangantes descienda de categoría. Ahí no hay gente de derechas, ni de izquierdas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario