Lo ocurrido en la localidad catalana de Cardeceu donde varios "tiradores" simularon un fusilamiento de un concejal del PP, demuestra a las claras el ambiente nocivo que propicia el nacionalismo haya donde pasa. Un grupo de personas amedrente a otra, la amenaza e incluso puede obligar a que ésta se vaya.
Y los fusilamientos simulados suelen presidir a los reales. No podemos tolerar que un grupo de matones malnacidos dirigidos por una caterva de ignorantes nacionalistas de poca catadura moral, actúen con toda impunidad. Ni la amada tierra de Cataluña, ni el pueblo español se merece que una panda de sinvergüenzas enfrente a unos ciudadanos contra otros por el mero hecho de pensar diferente. Y sí Cataluña fue antaño la tierra de las oportunidades, ahora es la tierra del desastre económico, social y político gracias a CIU, ERC y todos lo que le apoyan, siendo el máximo instigador un corrupto, que sólo quería la independencia para librarse de la justicia española. Esos señores quieren hacer su dictadura personal. Una dictadura donde todo lo que se diga sea lo mismo y donde no quepan los catalanes que se sientan españoles.
Con la supuesta defensa de la Democracia nos hemos olvidado que no todo vale. Los violentos, los defensores de dictaduras y los que apoyan a terroristas no pueden formar parte de un Estado de Derecho porque lo desprecian y no dudarian en cargárselo en cualquier momento. Y así pasan estas cosas: un concejal o cualquier otro cargo político es amenazado y no pasa nada más que la denuncia del agredido u ofendido. Spain is different.
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