El cine ha cambiado mucho desde que los hermanos Lumiére presentaron el popular cinematógrafo. Múltiples son los que de una forma y otra han contribuido a la magia de hacer cine para entretener al espectador. Aquí hablare de cinco (seguramente hay muchos más), que hicieron del séptimo arte toda una revolución por la calidad de sus historias, siendo sus obras unas maravillas que merecen ser recordadas.
George Méliès
Lo curioso de este director nacido en Teruel es que la mayoría de sus producciones son francesas, aunque eso no le impidió demostrar su calidad.
Frecuentemente comparado con Melies, es tan creativo como el francés, destacando por su originalidad, aunque con más medios. Destaco mucho en el cine de terror y ciencia ficción, llevando las nuevas técnicas cinematográficas al cine. Obras como "El Hotel Eléctrico" (1906) o "La Casa Hechizada" (1905) forman parte de su extensa filmografia.
Pero no se quedó ahí. Como miembro de la productora "Italia Films" fue el encargado de los decorados y fotografía de la espectacular cinta italiana "Cabiria" (1914), una de las grandes obras del cine, que inauguraría el género Peplúm.
D. W. Griffith
Todo un visionario a la hora de montar sus producciones y saber captar los sentimientos del ser humano con una cámara, Eistsestein, director de cine y teatro, fue el cineasta perfecto para el régimen salido de la revolución rusa de 1917.
Obras como "La Huelga" (1924) y especialmente "El Acorazado Potemkin" (1925) donde se utilizaba una historia real, la de un motín sucedido durante la etapa zarista, para propagar el ideario comunista.
Sus obras plagadas de primeros planos representaron a pesar de su fin partidista toda una revolución dentro del mundo del cine, siendo uno de los directores más reconocidos por los amantes del cine.
Conocido
como el Mago del cine (ciertamente lo era), Méliès que empezó
dirigiendo en teatro, se quedo fascinado con el cinematógrafo de sus
compatriotas, los hermanos Lumiere, y enseguida comenzó a sacarle
partido. Primero con cintas de la vida cotidiana (algo muy habitual en
esa época) y después con autenticas producciones que resultaron tener un
éxito tremendo.
A
Méliès le debemos el uso de efectos especiales, algo que aplico en
muchas de sus obras, entre la que nos encontramos "Viaje a la Luna"
(1902, el cohete que aterrizo en el ojo de la luna se encuentra dentro
de la cultura popular), basada en las novelas de Julio Verne.
Méliès,
además de ser de los primeros en llevar al naciente cine el género de
ciencia ficción (del que era un gran aficionado), también fue un pionero
del cine de terror, con su película "La Mano del Diablo" (1896).
Segundo de ChomonLo curioso de este director nacido en Teruel es que la mayoría de sus producciones son francesas, aunque eso no le impidió demostrar su calidad.
Frecuentemente comparado con Melies, es tan creativo como el francés, destacando por su originalidad, aunque con más medios. Destaco mucho en el cine de terror y ciencia ficción, llevando las nuevas técnicas cinematográficas al cine. Obras como "El Hotel Eléctrico" (1906) o "La Casa Hechizada" (1905) forman parte de su extensa filmografia.
"La Casa Hechizada" |
Pero no se quedó ahí. Como miembro de la productora "Italia Films" fue el encargado de los decorados y fotografía de la espectacular cinta italiana "Cabiria" (1914), una de las grandes obras del cine, que inauguraría el género Peplúm.
D. W. Griffith
Griffith
es considerado el Padre del Cine Moderno gracias a que nos presentaba
unos guiones coherentes en el tiempo. Los relatos de sus películas,
acoplados a una estética grandilocuente (cercana al Peplúm) hacían de
sus producciones unas obras de arte. A destacar dos: "El Nacimiento de
una Nación (1914)" e "Intolerancia (1916)".
"El
Nacimiento de una Nación" ha tenido muchas criticas a lo largo de la
historia por su contenido racista, donde presentaba al Ku-Kux-Klan como
salvador de blancos frente a unos negros atroces. En esa historia,
ambientada en la época de la guerra civil podemos ver una estructura
solida, donde el asesinato de Lincoln se nos muestra de una forma
espectacular y muy realista.
Uno de los espectaculares decorados de "Intolerancia" |
Para
resarcirse de esta película (un negro fue asesinado el día de su
estreno por un radical que había visto la película), decidió grabar
"Intolerancia", en la que cuatro historias nos relataban como la
intolerancia a través del tiempo había llevado al hombre hacía la
destrucción y el odio. La película, todo un clásico, resulto un fracaso
en ese momento, dado el ambiente bélico que se vivía en el mundo (I
Guerra Mundial) y que los decorados, además de los extras, eran muy
costosos. Quizá ese fue el debe de Griffith: películas espectaculares,
pero demasiado gasto para la época.
Robert Wiene
Lo
curioso es que Wiene no alcanzó el estatus de otros grandes directores
alemanes como Murnau o Lang, pero tiene el merito de haber llevado al
cine el expresionismo. Esta técnica consistía en escenarios distorsionados
donde sus protagonistas vivían en un ambiente hostil y muchas de las
situaciones que vivían los llevaban al delirio más profundo. Estas
obras, por su composición, eran en su mayoría de terror, ciencia ficción
o fantasía.
Un
ejemplo fue la cinta de Wiene, "El Gabinete del Doctor Caligari" (1920)
donde un sonámbulo comete crímenes, siendo guiado por un hombre
siniestro, el doctor Caligari. El principio y el final fueron cambiados
debido a la censura.
Cartel de "El Gabinete del Doctor Caligarí" |
Esta
cinta sería el inicio de un genero que segurían otros, entre ellos los
directores que he nombrado. El cine expresionista influiría no solo a
directores alemanes, sino de otros país, entre los que encontramos al
gran Alfred Hitchcock.
Sergéi EisensteinTodo un visionario a la hora de montar sus producciones y saber captar los sentimientos del ser humano con una cámara, Eistsestein, director de cine y teatro, fue el cineasta perfecto para el régimen salido de la revolución rusa de 1917.
Obras como "La Huelga" (1924) y especialmente "El Acorazado Potemkin" (1925) donde se utilizaba una historia real, la de un motín sucedido durante la etapa zarista, para propagar el ideario comunista.
"El Acorazado Potemkin", una de sus grandes obras |
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