sábado, 24 de agosto de 2013

Genios de la Literatura: Mariano José de Larra

Sería imposible entender esa ola literaria que se dio en llamar Romanticismo, sin haber conocido a uno de sus máximos exponentes: Larra, uno de los literatos españoles más influyentes de su tiempo, ya que fue periodista e, incluso periodista, además de que su obra era una de las mejores de su tiempo.

 
Mariano José de Larra Sánchez de Castro nació el 24 de marzo de 1809 en Madrid, siendo su padre un reconocido medico, además de ser partidario de la ocupación francesa de España (por lo tanto era "afrancesado").  Debido a ésto, su familia tuvo que abandonar el país, tras llegar Fernando VII al Trono.
Primero vivirían en Burdeos y después en París. Regresarían a España en 1818 cuando Fernando VII promulgo una amnistia. El padre se convirtió en médico personal del Infante Francisco de Paula, uno de los hermanos del Rey.
Larra, mientras, prosiguió sus estudios en Madrid y fue siguiendo a su padre en los destinos que, por motivo de su profesión, le iban dando. En 1824 se instaló en Valladolid para estudiar en la Universidad y aunque no se presento ese año a ninguna asignatura, al año siguiente las aprobo todas. Posteriormente continua sus estudios, comenzando en esa época a escribir sus primeras poesías y satiras.
Precisamente sera el periodismo satirico, lo que hace famoso a Larra. Con diecinueve años, Larra publica un folleto mensual llamado "El duende satírico del día". Larra firmaría con el seudónimo "el Duende". Comienza a entreverse el genio satírico que desplegaría posteriormente. Sin ser un opositor al regimen absolutista de Fernando VII, Larra en su publicación hace una crítica a las miserias de la sociedad de su tiempo.
Larra forma parte de la vida social de su época, destacando por mantener amistades con determinadas figuras literarias de su tiempo, así como sonoraas disputas como con José María de Carnerero, director de El Correo Literario y Mercantil, al que había hecho diferentes críticas y que obligo a las autoridades a cerrar su publicación.
En 1829 se casaría con Josefa Wetoret Velasco.Su matrimonio, a pesar de que tuvieron tres hijos, fue bastante desgraciado y acabaría en separación. Durante 1830, Larra se dedica a la traducción de piezas francesas para el empresario teatral Juan Grimaldi, mientras dedica otra parte de su tiempo a escribir las suyas propias, estrenando en 1831 la comedia costumbrista "No más mostrador", para la que se inspiró en un vodevil francés. Ese mismo año conoce a Dolores Armijo, casada con un hijo del abogado Manuel María de Cambronero, con la que iniciaría una  relación tormentosa.

Dolores Armijo, el gran Amor de Larra

En 1832 volvería a la satira periodistica utilizando seudonimos para obviar la censura, de la que que Larra es un genio en estas lides. 
En 1834 publicó la novela histórica "El doncel de don Enrique el Doliente" basada en la trágica vida del poeta medieval Macías, reflejando en cierta medida sus relaciones con Dolores Armijo. El verano de ese mismo año, Dolores lo abandona y se va de Madrid Y larra se separa de su propia mujer cuando esta embarazada de su tercera hija.
Durante esos años realizo varios viajes, entre los que se encuentran las ciudad de Lisboa, París (donde conocio a Victor Hugo y a Alejandro Dumas) y Bruselas, publicando diversos artículos. Larra que en un principio es partidario del Gobierno de Mendizábal, acaba por criticarle debido a que la desamortización va en perjuicio de los más necesitados. Tras la caída de Mendizábal, Larra decide intervenir en la política activa a favor de los moderados, siendo elegido diputado por Ávila en 1836, pero el Motín de La Granja en Agosto de ese mismo año, con la que se restaura la Constitución de 1812 (la "Pepa"), impidió que tomara posesión de su escaño.

 
Todo parecía venirsele en contra a Larra que al no poder tomar posesión de su escaño, se le unía los intentos por retomar una vida en común junto a Dolores Armijo a la que había visitado en multiples ocasiones. El respeto de las gentes lo tenía, pero le faltaba ese alguién con quien compartirlo y el Amor que sentía por Dolores parece que no era compartido por ésta.
La noche del 13 de febrero de 1837 sería fatidica. Dolores Armijo, acompañada de su cuñada, le visita en su casa, comunicándole que no había ninguna posibilidad de retormar sus relaciones. Cuando apenas habían salido las dos mujeres de la casa, Larra se suicido de un tiro en la sien, debido a que no soportaba el no conseguir el amor de Dolores. El escritor apenas tenía veintisiete años. 
El entierro fue multitudinario y el poeta y dramaturgo José Zorrila leyo unos versos dedicados a tan insigne genio de las letras castellanas. Un hombre adelantado a su tiempo, preocupado por las sociedad que le toco vivir y que, sin embargo, a pesar del respeto generado por su gran pluma, le dio más valor al mucho amor que sentía por una mujer que a que las gentes de su época le honraran como el gran escritor que era. Se fue Larra, apenas en plena juventud, pero se quedaba en los corazones en todos los que han leído algunos de sus escritos aquel genio de la pluma mordaz. Y es que como todo escritor romantico, los sentimientos son más fuertes que su pluma. Y a todas sus obras, tanto literarias como perodisticas, le supo dar ese carisma que lo hizo ser un grande de las letras.
Su vida y obra se pueden consultar en: Mariano José de Larra-Wikipedia

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