La Isla de Lobos

Sería hace más de diez años, pero aún la tengo muy presente. La Isla de Lobos en el horizonte, mis padres y yo viajando hacía la misma, disfrutando de un día de playa y de una paella del único restaurante de la zona; paella que estaba mejor que algunas cosas que ofertan como paella y que no es otra cosa que simple arroz amarillo.

Este islote, situado al noreste de la Isla de Fuerteventura en lo que conocemos como estrecho de la Bocaina, es un sitio con mucha historia y muy visitado. Recientes estudios hablan de que los romanos pudieron establecerse allí de manera estacional, relacionandos con la obtención de la púrpura.

Lo que sí sabemos fehacientemente que los normandos comandados por Juan de Bethencourt arribaron a la zona, pudiendola establecer como base ante su pretensión de conquista de Lanzarote y Fuerteventura durante la conquista señorial de las Islas. De hecho, su socio, Gadifer de la Salle llegó a cazar leones marinos en la zona para aprovisionar al grupo, siendo estos animales, que en aquel momento eran muchos, los que le dieron el nombre al islote. También los piratas usaron el islote para reparar sus propios barcos.

En 1860 tuvo lugar la construcción del faro de Punta Martiño, estableciéndose una población permanente, muy reducida, de trabajadores portugueses que crearon una colonia. El faro se iluminó por primera vez en 1865.

Precisamente en Lobos nació en 1903 la reconocida poetisa Josefina Pla (muy reconocida en Paraguay), hija de fareros, de la que hay una estatua en el islote que la vio nacer, próxima a la playa de la Concha.

Josefina Pla

Habitado hasta 1968 por Antoñito el Farero, y su familia, el faro fue restaurado, funcionando automáticamente en la actualidad.

Desde 1982 la Isla de Lobos es Parque Natural, recibiendo gran cantidad de visitas que vienen a la playa, a hacer submarinismo o simplemente a disfrutar de este maravilloso enclave de las Islas Canarias.