Película extraordinaria del gran Kurosawa que va más allá de una cultura o una época. Trata de algo tan universal como el Sentido de la Vida y como podemos poner ésta al servicio de los demás sin ser demasiado tarde para ello.
Kanji Watanabe (Takashi Shimura) es un hombre adulto que ha trabajado siempre como funcionario; siempre lo mismo; la misma función monótona durante treinta años. Su esposa está muerta y su hijo y nuera, los cuales viven con él, parecen estar preocupados más que nada por la pensión de Watanabe y muy especialmente por su futura herencia.
Kanji Watanabe (Takashi Shimura) es un hombre adulto que ha trabajado siempre como funcionario; siempre lo mismo; la misma función monótona durante treinta años. Su esposa está muerta y su hijo y nuera, los cuales viven con él, parecen estar preocupados más que nada por la pensión de Watanabe y muy especialmente por su futura herencia.
Vida entre papeles |
Sin embargo, todo cambiara para Watanabe cuando le detecten un cáncer de estomago, dándole menos de un año de vida. Watanabe intenta afrontar la muerte, pero no lo consigue. Quiere decirle a su hijo lo del cáncer, pero decide no hacerlo, pues tanto este como su nuera no le presta atención. A pesar de ser padre e hijo, son dos extraños, pues Watanable ha vivido única y exclusivamente para su trabajo.
Posteriormente trata de encontrar un escape en los placeres de la vida nocturna de Tokio, guiado por un novelista excéntrico a quien conoce en ese momento. En un club nocturno, Watanabe solicita una canción al pianista y canta "Gondola no Uta". Su canto afecta grandemente a los que lo observan y muy especialmente a Watanabe, que se se da cuenta de que la vida nocturna no es la solución.
Al día siguiente, Watanabe se encuentra con una joven subordinada, Toyo (Miki Odagiri), que necesita su firma para su renuncia. Él se consuela (y maravilla) observando su alegre Amor por la vida y el entusiasmo y trata de pasar todo el tiempo posible con ella. Toyo comienza a sospechar de sus intenciones y se cansa de él. Después de convencerla, la joven se abre y él le pide el secreto de su Amor por la vida.
Ella le dice que no sabe, pero que encontró la felicidad en su nuevo trabajo de hacer juguetes, lo que la hace sentir como si estuviera jugando con todos los niños de Japón. Inspirado por Toyo, Watanabe cree que no es demasiado tarde para hacer algo significativo. Al igual que Toyo, quiere hacer algo, pero no está seguro de lo que puede hacer dentro de la burocracia de la ciudad hasta que recuerda que hay una petición para hacer un parque para los vecinos, eliminando una zona de aguas residuales. Sin embargo, la mencionada burocracia lo lleva impidiendo desde hace mucho tiempo. Es por eso que, al regresar al trabajo después de una larga ausencia, sorprende a todos cuando comienza a presionar por dicho parque, a pesar de las que se está entrometiendo en la jurisdicción de otros departamentos.
Ella le dice que no sabe, pero que encontró la felicidad en su nuevo trabajo de hacer juguetes, lo que la hace sentir como si estuviera jugando con todos los niños de Japón. Inspirado por Toyo, Watanabe cree que no es demasiado tarde para hacer algo significativo. Al igual que Toyo, quiere hacer algo, pero no está seguro de lo que puede hacer dentro de la burocracia de la ciudad hasta que recuerda que hay una petición para hacer un parque para los vecinos, eliminando una zona de aguas residuales. Sin embargo, la mencionada burocracia lo lleva impidiendo desde hace mucho tiempo. Es por eso que, al regresar al trabajo después de una larga ausencia, sorprende a todos cuando comienza a presionar por dicho parque, a pesar de las que se está entrometiendo en la jurisdicción de otros departamentos.
Alegría por la vida |
Watanabe fallece sorpresivamente para todos y sus antiguos compañeros de trabajo se reunen, tras la apertura apertura del parque, y tratan de averiguar qué causó un cambio tan importante en su comportamiento: su transformación de un simple burócrata apático a defensor apasionado por una causa justa es algo que los desconcierta.
Mientras los compañeros de trabajo beben, poco a poco se dan cuenta de que Watanabe debía saber que se estaba muriendo, incluso cuando su hijo lo niega, ya que como bien sabemos desconocía la enfermedad incurable de su padre. También escucharon de un testigo que en los últimos momentos de la vida de Watanabe, éste se sentó en el columpio del parque que ayudo a construir. Mientras caía la nieve, cantaba "Gondola no Uta". Los funcionarios juran vivir sus vidas con la misma dedicación y pasión que él. Otra cosa es que lo hagan (que parece que no).
Profunda reflexión sobre la vida y la muerte y ciertamente inspiradora con un hombre que con su enfermedad acaba dándose cuenta de lo anodina que ha sido ésta y se da cuenta de que puede hacer algo por la comunidad; por sus propios vecinos de los que ha pasado durante tanto tiempo. Magnífica narración y con un ritmo tan cuidadoso, esta obra es una de las mejores no sólo de Kurosawa, no sólo de Japón, sino de la historia del cine.
Ficha
Dirección
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Akira Kurosawa
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Producción
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Sojiro Motoki
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Guión
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Akira Kurosawa
Shinobu Hashimoto Hideo Oguni
Obra: León Tolstói
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Música
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Fumio Hayasaka
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Fotografía
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Asakazu Nakai
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Montaje
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Kōichi Iwashita
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Otros datos
País
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Japón
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Año
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1952
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Género
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Drama
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Duración
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143’
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Protagonistas
Actor
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Personaje
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Takashi Shimura
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Kanji Watanabe
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Shinichi Himori
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Kimura
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Haruo Tanaka
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Sakai
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Minoru Chiaki
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Noguchi
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Bokuzen Hidari
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Ohara
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Miki Odagiri
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Toyo Odagiri
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El hombre que no hace nada
La codicia de vivir
El final en Paz
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