Infinidad de niños que lloran pintaría un artista extraño, tan extraño que apenas conocemos de su vida. Originario de Venecia, Italia, su nombre real era Bruno Amadio, aunque también fue conocido como Giovanni Bragolin. Basicamente, fue conocido por pintar gran cantidad de cuadros de niños llorosos, lo que genera desasosiego en aquel que los mira.
Poco sabemos de Bruno Amadio. Nacido en 1911, Amadio pudo estudiar artes plásticas, iniciándose en el siempre difícil mundo de la pintura. Su carrera se vio cortada con el inicio de la Segunda Guerra Mundial y su llamada a filas por el ejército italiano. Se cuenta que allí fue patente de los desastres ocasionados por la guerra en los civiles, siendo testigos de gran cantidad de niños huérfanos, llorosos por haber perdido a su familia. Ésto debió influir en Amadio para pintar sus cuadros de niños llorosos y una vez instalado en España, pintó su celebre serie de niños que lloran hasta que al parecer volvió a Italia donde murió en 1981.
Cuenta la leyenda que los cuadros de esos niños llorosos atraen las desgracias a todo aquel que los poseen hasta el punto que Amadio (y no sólo por los famosos niños) es considerado un pintor maldito por la cantidad de cosas que ocurren alrededor de sus cuadros. Parece ser que en los años 50 se dieron muchos casos de casas incendiadas donde todo se encontraba destrozado y quemado con cadáveres carbonizados, siendo llamativamente el cuadro de niño lloroso lo único que permanece sin un solo rasguño.Se dice que al ver el cuadro, uno siente como el niño de ojos llorosos, el cual te sigue con la mirada, poniéndote los pelos de punta. Muchos dicen que es el propio niño, salido del cuadro, el que provoca las desgracias, que normalmente incluyen los incendios.
Esta leyenda se extendió tanto que el periódico sensacionalista inglés "The Sun" organizó quemas masivas de los cuadros, enviados por sus lectores. Lo cierto es que aún quedan muchos niños que lloran por el mundo ¿Maldición o leyenda?
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