... pasa lo de Ruben Castro. Cuatro años tachandosele de maltratador cuando no había sido juzgado. Al final, cuatro años después de la imputación (¡Demasiado tiempo!), ese señor ha sido absuelto y ¿Qué pasa ahora? Saldrán la panda de mangantes de siempre a disculparse por haber condenado a un señor, utilizando de malas maneras las redes sociales, para hacer un juicio mediatico. Creo que no... y no me extraña porque esas autodenominadas feministas esconden algo.
Y ese algo es su profundo odio al género masculino, lo cual es lamentable (y me atrevería a decir que "de psiquiatra"), pero que las define muy bien en dado como actúan en redes sociales. Esas individuas (digo individuas porque en su mayoría son mujeres) siempre están dispuestas a llevar hasta las últimas consecuencias la miserable ideología de género hasta el punto que con su presión hacía las instituciones han favorecido que haya una Ley que posibilita algo tan escondido por parte de los medios como las denuncias falsas, que un hombre pueda ser condenado al menos de forma mediatica y que las mujeres que piden justicia (que no venganza) vean apagada su voz. No voy a decir como Toni Cantó que la mayoría de las denuncias por maltrato son falsas (eso es una barbaridad), pero tampoco vamos a hacer oídos sordos a una situación en la que se incluyen peleas por las custodias de los hijos, venganzas personales o posibilidad de un acuerdo ventajoso para alguna de las partes. Las denuncias falsas (muchas o pocas) existen y es algo que desde los medios de comunicación se han callado porque ellos, que se autodenominan libres, se censuran a sí mismos por aquello de lo "políticamente" correcto.
Es lamentable que se haya perdido la presunción de inocencia no sólo en una cuestión tan terrible como lo de la violencia de género, pero también en todo asunto donde de una forma u otra interviene la política. Lo peor es que es una situación consentida y buscada por algunos partidos políticos.
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