En cierta red social hay mucho cafre. A mi (y a ninguna persona con un mínimo de sensibilidad o respeto) no se me ocurriría para nada alegrarme o hacer bromas sobra la muerte de una persona. Sin embargo, el concepto moral de algunos ciudadanos anónimos del Twitter (pues si en algo destacan es por no poner su foto de perfil) sobre el bien y el mal es tan difuso que son capaces de hacer mofa de algo tan terrible como el suicidio de una persona siempre con una justificación.
Si el suicida en cuestión es Miguel Blesa, justifican su falta de humanidad en los "miles" de preferentistas que se han suicidado. Si la suicida es Melania Capitán, bloguera de caza, la cual era acosada y amenazada por animalistas, justifican que se lo merecía por acabar con tanto animal inocente. Un secreto para todos esos individuos basura, esos seres repelentes y miserables, que justifican su alegría por la muerte de una persona, haciendo bromas de la misma: se puede estar en contra de las preferentes y no alegrarse de la muerte de Miguel Blesa; se puede ser animalista y no alegrarse de la muerte de Melania Capitán. En definitiva: se puede defender cualquier causa sin alegrarse de la muerte de nadie.
Desgraciadamente en las redes sociales hay mucho individuo desagradable y nefasto, capaces de echar toda su bilis afuera sin que la policía haga nada, ya que estos seres inmorales se atreven a hablar de su derecho a la Libertad de Expresión. Eso no es libertad de expresión. O en todo caso es un mal uso de la misma porque la Libertad de Expresión acaba cuando se ofende, cuando se atacan, los derechos del otro. Los que hacen eso, merecen un castigo porque están precisamente atacando al noble concepto que es la Libertad de Expresión, el cual en Democracia tiene que ir junto a otro término igualmente valioso: el respeto.
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