A lo largo de la historia del mundo, han existido muchos genios militares. Hombres con grandes dotes de mando. Uno de esos hombres fue Cayo Julio César. Cónsul primero y dictador romano después, Julio César fue uno de los grandes del mundo antiguo, alcanzando gran trascendencia incluso después de su muerte, ya que, tras su asesinato, su sobrino-nieto Augusto sería el que fundaría el Imperio Romano, siendo su primer Emperador.
El caso es que César dirigió al ejercito romano en la batalla de Zela contra Farnaces II de Ponto. Esta contienda resultaba decisiva, ya que los pónticos amenazaban al poder romano en el Asía Menor. La batalla fue soprendentemente rápida, alcanzando una duración de cinco días, siendo una victoria aplastante de Roma.
Es en entonces cuando Julio César dicen que pronuncio o escribió la formula "Veni, vidi, vivi" (en español, "Vine, vi Vencí"), aludiendo a que dicha batalla fue tan rápida, que ni el mismo había tenido que hacer absolutamente nada, ya que con su sola presencia habían derrotado a las huestes enemigas. Lo que sí sabemos no es que sólo fue rápida, sino que Julio César obtendría un alto grado de respeto por parte del pueblo romano, que poco tiempo después, tras cruenta batalla con Pompeyo, lo vería como su dictador. Un dictador, que vería la muerte en el mismo Senado por mediación de un grupo de senadores, entre ellos su hijo adoptivo Bruto, que soñaban con el restablecimiento de la República, aunque sus consecuencia es que se acabaría implantando un Imperio. Pero esa, es otra historia.
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