Sí juntas a un genio de la dirección como Fritz Lang con dos grandes de la intepretación como Edward G. Robinson y Joan Bennett, tienes una de las grandes cintas de la historia de un género tan preponderante en los años 40 como el cine negro.
Richard Wanley (Edward G. Robinson) es un profesor de filosofía felizmente casado que espera la próxima titularidad de su departamento, mientras su esposa e hijos parten de vacaciones. Richard intenta aprovechar su libertad al máximo. Se limitará a leer y a salir con sus fieles amigos.
La primera noche, tras salir de su club donde estuvo leyendo, observa en un escaparate el retrato de una bella mujer. Richard se queda absorto contemplando la belleza de la mujer del cuadro y no esconde a sus propios amigos, que le gustaria conocerla, sí tuviera esa oportunidad.
La primera noche, tras salir de su club donde estuvo leyendo, observa en un escaparate el retrato de una bella mujer. Richard se queda absorto contemplando la belleza de la mujer del cuadro y no esconde a sus propios amigos, que le gustaria conocerla, sí tuviera esa oportunidad.
Tras despedirse de sus amigos, se queda en su cuarto leyendo "El Cantar de los Cantares", diciendole al mayordomo que lo despierte a determinada hora. Tras ser despertado, decide dar un paseo y nuevamente se queda mirando el retrato de la bella mujer. Y entonces ocurre lo inesperado. La modelo, Alice Reed (Joan Bennett), se le acerca, ante su sopresa, para pedirle fuego, y entabla conversación con él, y, en contra de su natural tendencia decide invitarla, a una copa y después la acompaña hasta su casa, donde ella le enseña otros bocetos. Es evidente que existe química entre la modelo y el profesor.
La joven y el profesor |
Pero una vez allí, de forma inesperada, aparece un hombre que, creyendo que Richard es el amante de Alice se abalanza sobre él, estando a punto de matarlo, lo que consigue evitar clavándole unas tijeras, que le pasa la propia Alice, matandole en el acto.
Asustado por su acción, y temiendo que le acusen de asesinat,o decide junto con la joven ocultar el cadáver y borrar cualquier posible huella, descubriendo que el asesinado es el potentado Claude Mazard (Arthur Loft). Es de notar la gran preocupación que existe en Richard debido a que se malintepreten sus relaciones con Alice por dicho asesinato.
Asustado por su acción, y temiendo que le acusen de asesinat,o decide junto con la joven ocultar el cadáver y borrar cualquier posible huella, descubriendo que el asesinado es el potentado Claude Mazard (Arthur Loft). Es de notar la gran preocupación que existe en Richard debido a que se malintepreten sus relaciones con Alice por dicho asesinato.
El encargado de la investigación será el amigo de Richard, Frank (Maymond Massey), fiscal del distrito, lo cual le ayuda a conocer cómo va la investigación, enterándose que la policía posee, a través de las huellas del asesino sus características personales, así como una muestra de su sangre que se dejó en un alambre de espino.
A pesar de la intranquilidad inicial, todo parece calmarse hasta que aparece Heidt (Dan Duryea), el guardaespaldas de Mazard, un delincuente que trata de chantajearles exigiendo a Alice 5.000 dólares.
A pesar de la intranquilidad inicial, todo parece calmarse hasta que aparece Heidt (Dan Duryea), el guardaespaldas de Mazard, un delincuente que trata de chantajearles exigiendo a Alice 5.000 dólares.
Al tanto de la investigación |
Sabiendo que el chantajista siempre estará detrás de ellos exigiendo cada vez más dinero, deciden acabar con él tratando de envenenarlo con un medicamento, que no deja huella, puesto que simula un ataque al corazón.
El codicioso Heidt |
Richard se encuentra desesperado por la espiral en que se ha visto envuelto. Ha pasado de convertirse en un asesino casual (puesto que lo hizo en defensa propia) a un asesino, que mata para evitarse problemas. Es entonces cuando decide suicidarse, no llegando a enterarse de que el chantajista fue abatido por la policía al ser sorprendido a la salida de la casa de Alice, llevando el reloj del muerto, que le quitó a Alice, por lo que es considerado el asesino.
Sin embargo, parece el fin para Richard. Es en medio de la agonia cuando alguién le llama. Es el conserje que que le recuerda que son las diez y media. El profesor esta en un momento de confusión. Se
da cuenta en ese momento de que todo fue una pesadilla y respira aliviado. Todo fue una dura pesadilla.
Posteriormente vuelve a salir, mirando nuevamente absorto el cuadro cuando se le acerca una joven, que le pide fuego. Es entonces, cuando el profesor no solo se lo niega, sino que sale corriendo no fuera a pasar que todos sus males acontecidos en la pesadilla, se vuelvan realidad.
Una de las obras más grandes de su director y del género, que, sin embargo, tiene matices con respecto al género en si. Sorpresiva en tanto en cuando todos los supuestos hechos del film no son más que una horrible pesadilla de nuestro protagonistas. Por otro lado, sabemos quien es el asesino, la relación entre la joven y el profesor, así el cómo de deshicieron del cadaver, acabando en una investigacion erronea, ya que creen que el asesino es su guardaespaldas, que había desaparecido. Los malos no son los asesinos (que actuaron en defensa propia), sino el que aprovechandose de la situación, intenta sacar tajada como vemos hacer al chofer del asesinado. Las interpretaciones de Robinson y Bennett sumamente brillantes. De las mejores del género.
Ficha
Dirección
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Fritz Lang
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Producción
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Nunnally Johnson
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Guión
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Nunnally Johnson
Obra: J. H. Wallis
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Música
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Arthur Lange
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Fotografía
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Milton R. Krasner
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Montaje
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Gene Fowler Jr.
Marjorie Johnson
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Otros datos
País
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Estados Unidos
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Año
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1944
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Género
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Cine negro, Intriga
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Duración
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99’
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Protagonistas
Actor
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Personaje
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Edward G. Robinson
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Profesor Richard Wanley
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Joan Bennett
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Alice
Reed
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Raymond Massey
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Fiscal del Distrito Frank Lalor
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Edmund Breon
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Doctor Michael Barkstane
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Dan Duryea
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Heidt
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Thomas E. Jackson
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Inspector Jackson
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Arthur Loft
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Claude Mazard
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