Estos días ha tenido lugar una noticia que ha tenido poca trascendencia en los medios audiovisuales y casi nula en la prensa escrita ¿Recuerdan aquella chica que dijo que cinco chicos la habían violado y que la jueza soltó por falta de pruebas? Pues resulta que ahora reconoció ante la jueza que efectivamente no solo no la violaron, sino que los acuso porque tenía "miedo" de que saliera a la luz un vídeo de poco más de un minuto en la que se la veía haciendo el acto sexual con uno de los acusados. Lo curioso es que ese vídeo fue puesto como prueba por la entonces defensa, siendo rechazado porque era una secuencia muy corta (ver enlace).
Cuando salio la noticia de la supuesta violación, poco falto para que salieran las de siempre ha exigir poco más que la ejecución pública de los supuestos autores. A ello contribuyeron los medios de comunicación, que enseguida sacaron la cara de los chicos porque era de "interés general". La chica, esta claro, era la víctima y cuando la jueza soltó a los acusados, se monto una buena, con personas que amenazaron a la jueza y con insultos en las redes sociales (lo normal hoy en día).
Al final, resulta que la acusadora se convirtio en acusada, reconociendo la mentira, haciéndole un flaco favor a las que realmente son maltratadas o violadas. Viendo todos los acontecimientos que les acabo de relatar, me pregunto ¿Dónde estan los/as que exigían la cabeza de los entonces acusados? ¿Dónde estan los/las que amenazaban a la jueza? ¿Por qué los medios no han dado trascendencia al delito cometido por la chica?
La cosa esta clara: es políticamente incorrecto decir que hay denuncias falsas y es mucho más fácil reprender a un presunto violador (no culpable aún) que a una mujer, que con su actitud refuerza la teoría de que más mujeres de las que se dicen en los medios se aprovechan de la ley escrita y no escrita para acusar a parejas de maltrato por temas relacionados con divorcios o para tener la custodia de los hijos. La pena de telediario es lamentable. Y destaca aún más en un país en el que se esta acostumbrado a linchar públicamente a personas que no reconocen tal acto y, de momento, no han sido condenadas.
Pero, como es políticamente correcto, es mejor correr un tupido velo y que determinados personajes que supuestamente defienden derechos y libertades se callen. Es tan culpable el que realiza un acto tan reprobable como una violación o maltrato a una mujer como el que acusa falsamente o miente descaradamente. Se ve que para algunos/as no es tan condenable el perjurio.
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