martes, 23 de septiembre de 2014

El ambigüo Gallardón

Gallardón tiene la extraña y curiosa habilidad de enfadar a todo el mundo. Da igual que seas de derechas o de izquierdas, que al final Gallardón te la clava.


Extraño tipo este Gallardón, que puso como punto clave de su Ministerio la realización de una Ley del aborto diferente a lo hecho por el PSOE de la etapa zapateril. Pero Gallardón es un tipo que, como no estés atento de la clava y (¡Gran sorpresa!) decide retirarla. Muchos han culpado a Rajoy de ello, aunque cuentan los mentideros que la señora vicepresidente no era muy partidaria de esta Ley.
Muchos dicen que la quitan por calculos electotalistas. Esta afirmación es absurda. Ahora no solo no te van a a votar los pro-aborto, sino los que defienden la vida del no-nacido. Lo que me imagino es que algunos del Gobierno protestaron y tanto Rajoy como Gallardón actuaron de la misma forma: como les tosas un poco, sea caen al suelo. 
Gallardón (y muchas veces Rajoy) hace aquello que decía Groucho Marx: "Tengo unos principios; si no les gustan, tengo otros", pero en la política como en la vida no se puede vivir en la ambigüedad con la intención de gustar a todo el mundo porque al final acabaras por no gustar a nadie. Sí te gusta como pienso, bien; sí no te gusta; me importa menos que nada. Gallardón, que no ha sacado ninguna Ley porque la izquierda no ha querido, deberia dimitir desde hace mucho tiempo. Algunos dicen que se va. Crucemos los dedos.

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