Cuentan que cuando don Vicente Blasco Ibáñez tuvo conocimiento por un editorialista de los Estados Unidos de que su libro de los cuatro jinetes se había convertido en un superventas en el país (doscientos mil ejemplares vendidos en solo un año. ¡Una barbaridad!), se quedó asombrado y aún más lo fue cuando le dijeron que se proyectaba la producción de una película basada en el mismo. Es por eso que realizó una especie de gira norteamericana, recibiendo el doctorado honoris causa por la Universidad de Washington, haciendo turismo por el país, dando conferencias y firmando el contrato por que se rodaran tanto los cuatro jinetes como Sangre y Arena, que serían protagonizadas por el ídolo de todas las mujeres, Rodolfo Valentino.
¿Pero cuál es la historia de los cuatro jinetes? En ella se nos relata las vicisitudes de las dos ramas familiares salidas del imponente hacendado de origen español, afincado en Argentina, don Julio Madariaga, cuyas hijas se casan con dos europeos que emigraron al país y que trabajaban para el propio Madariaga: con un francés (Marcelo Desnoyers) y alemán (Karl von Hartrott), que, tras la muerte del suegro, viajaran a sus respectivos países, habiendo un enfrentamiento entre las dos zagas, según avanzan los preparativos de una guerra que se volverá terrible y que literalmente los enfrentara. Entre el drama y el melodrama, ya nada será como antes de la guerra.
Cartel de la película |
Blasco Ibáñez utiliza el concepto de los cuatro jinetes del Apocalipsis de una forma metafórica para hablarnos de que la guerra como los cuatro jinetes lleva la destrucción, arrasando con todo y con todos.
Según algunas versiones (no confirmadas: algunos dicen que fue para darle cierto empaque), la novela fue un encargo personal del presidente galo Raymond Poincaré a Blasco con el objetivo de que escribiera una novela sobre la guerra, por lo que la novela ha sido considerada un mero relato propagandistico en favor de la Triple Entente (liderada por Francia e Inglaterra) y contraria a las alianzas centroeuropeas con Alemania a la cabeza, que es lo peor de lo peor. A los cuatro jinetes, siguieron una novela sobre la guerra en el mar, "Mare Nostrum" (1918), y otra sobre la guerra en la retaguardia, "Los enemigos de la mujer" (1919), completandose con lo que sería la denominada trilogía sobre la "Gran Guerra", pero lo cierto es que los cuatro jinetes fue la más exitosa de las tres.
El autor |
Sin quitar que hay cierto aire propagandistico en los cuatro jinetes no sólo alabando a Francia, sino demonizando en muchos puntos a los alemanes, también podemos decir que es una obra antibelicista, algo que se hace patente a la mitad del libro, el cual está compuesto de tres partes bien diferenciadas: el origen de las dos ramas familiares, la guerra con el comienzo de las hostilidades y la destrucción moral de la sociedad. También es innovadora en cuanto a su antibelicismo dado que fue publicada en 1916 cuando las espadas estaban en todo lo alto y si bien hubo otras del mismo corte contrario a las guerras como "Novedad en el Frente" de Erich Maria Remarque (la cual tuvo una fenomenal adaptación cinematográfica), ésta fue publicada en 1929, año muy posterior a la guerra.
Por otro lado, es evidente el fuerte desprecio que se hace en la obra a los nacionalismos, encarnados en el Káiser Guillermo II, que representan todo un proceso de autodestrucción de Europa, el cual se gestó en Europa esos años de la Gran Guerra y que continuaron con el alzamiento del fascismo en Italia y posteriormente del nazismo en Alemania, que llevaron a la Segunda Guerra Mundial. El propio Blasco Ibáñez no pudo ver la destrucción europea y la vuelta a las andadas de la vieja Alemania: falleció en 1928. No obstante, los cuatro jinetes del Apocalipsis volvieron con más dureza que nunca.
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