jueves, 30 de marzo de 2017

Oh! Carol

Neil Sedaka durante sus años de Instituto había salido con una tal Carol Joan Kein en una relación que le marcó tan profundamente que compuso una canción dedicada a aquella Carol. Su título era Oh! Carol y se convirtió en un éxito de ventas desde el principio.


La canción fue grabada por diferentes artistas, entre ellos el inmortal Paul Anka, e incluso los hispanos tuvimos nuestra propia versión gracias a Karina y el Dúo Dinámico. Por cierto, la tal Carol Joan Kein, en ese momento una simple desconocida, pasó a la historia de la música bajo el nombre de Carole King. 

Neil Sedaka


Paul Anka


Karina

¡Semidioses!

La palabra nos o deja claro: Un semidiós es aquel individuo descendiente de mortal y Dios. Los semidioses son una parte recurrentes de las historias mitológicas griegas, realizando muchos de ellos actividades heroicas. Lo que cabe decir es que los semidioses eran mortales, aunque tenían características especiales que los hacían diferentes a los humanos. 


El semidíos que más nos suele venir a la cabeza es Heracles (o Hércules), hijo de Zeus y Alcmena, mujer mortal, el cual tenía una fuerza prodigiosa, y que, tras su muerte fue aceptado entre los dioses olímpicos, adquiriendo así una posición de privilegio, algo excepcional dentro del ámbito de un semidiós. Sin  embargo, Zeus tuvo muchos escarceos amorosos con mortales (¡Para disgusto de Hera!), naciendo semidioses como Perseo o Minos entre muchos otros e incluso se considera a Helena (sí; la misma Helena de Troya) hija suya. 


Sin embargo, hubieron muchos más semidioses, nacidos de deidades como Apolo, Dionisio (o Baco), Ares o Afrodita. De esta última, la Diosa del Amor, nacería Eneas (tras su unión con Anquises), héroe troyano, el cual tras la destrucción de la ciudad, se vio obligado a huir, acabando en el Lacio donde según el mito sus descendientes Rómulo y Remo fundaron Roma, dándole a la ciudad de las siete colinas un origen divino.

¡Masacre, masacre!

"Mi única y humilde verdad era un odio insuperable a la estupidez y la crueldad... Pero la estupidez y la crueldad se enseñoreaban de España... Los caldos de cultivo de esta nueva peste nos los sirvieron los laboratorios de Moscú, Roma y Berlín, con las etiquetas de comunismo, fascismo o nacionalsocialismo"
Don Manuel Chavez Nogales, natural de Sevilla, patriota de corazón y demócrata por convicción, gran aficionado a los toros (libros sobre el toreo llevan su firma) y comentarista de la vida social de entonces, se quedó en Madrid cuando se inició la triste guerra civil española. El periodista y escritor fue testigo de la miseria moral, no sólo por parte de los rebeldes, autodenominados nacionales, sino de algunos individuos, que hicieron autenticas barbaridades en el bando republicano, eliminado a posibles adversarios, bajo la connivencia de unas autoridades republicanas, las cuales no quisieron o no pudieron contener a anarquistas y comunistas. Don Manuel Chavez Nogales,republicano y liberal, despreciaba tanto a los fascistas como a los comunistas. 


Eso le costó más de un enfrentamiento con políticos de izquierdas y derechas, extraordinariamente radicalizados, en una época donde el mundo y España estaban muy divididos gracias al ascenso primero del fascismo en Italia y después del nazismo en Alemania, así como el establecimiento del comunismo que venía de Rusia merced a los diferentes partidos comunistas alrededor del mundo, unidos al anarquismo, en clara connivencia con una buena parte del socialismo encarnado en Largo Caballero que ya en el año 1933 hablaba de la necesidad de una guerra civil para acabar con sus enemigos (que no adversarios) políticos. Don Manuel despreciaba esas actitudes y como tal lo odiaban desde los dos bandos enfrentados, acusándole con toda clase de insulto e improperios, algo propio del que sabe que no tiene razón.


Don Manuel, desde la ventana de su casa veía como día tras día comunistas y anarquistas se llevaban a algunos de sus vecinos, acusados mediante delaciones anónimas, para no volver jamas, mientras por otro lado las bombas de los aviones fascistas causaban innumerables muertes entre la población civil. "¡Masacre, masacre!" se repetía don Manuel. Esa desgracia lo veía con sus propios ojos el periodista y escritor sevillano. Sólo desde el horror pudo escribir "A sangre y fuego. Héroes, bestias y mártires de España", que son 9 relatos del odio en aquellos aciagos años. 


Don Manuel, ese "pequeño burgués liberal" (como él se definió en el prólogo de la obra anteriormente comentada), se exilió, tras la victoria de los nacionales, y se enfrentó al nazismo con furia impresionante. Los extremos siempre son malos. La consecuencia de que don Manuel Chaves Nogales no comulgara con las ruedas de molino tanto de fascistas como de comunistas fue  pagarlo caro, muy caro, porque muchos simpatizantes de ambas corrientes políticas le negaron el pan y la sal a su obra y de ahí que haya sido olvidado durante largo tiempo, aunque parece que hay una corriente que lo esta reivindicando.


Y así, luchando contra los extremos de la derecha y de la izquierda, murió en Londres el año 1944 de un cáncer de estomago, siendo enterrado en una tumba sin lapida en el North Sheen Cemetery de Richmond. Un hombre extraño para su época, en un momento donde los extremos estaban en alza y al que al parecer (¡Por fin!) piensan ponerle una calle en Madrid (ya hay una en Sevilla, su tierra natal), la misma ciudad donde vio y padeció todo aquello que no debería volver a suceder.

El bufón y el Rey

La Selección Española acababa de hacer un partido muy bueno contra Francia, ganando a uno de los combinados nacionales más en alza del fútbol continental, actual subcampeón de Europa ¿Y de qué se habló? de un tipo siniestro, que se declara independentista catalán, pero por alguna extraña razón lo siguen convocando y él sigue yendo. Efectivamente; Piqué, ese aspirante a bufón, se convirtió en el protagonista único del Miércoles por sus declaraciones que literalmente acusaban a los que van a la palco del Real Madrid de corrupción. 


Digo que no se porque lo convocan porque ese tipo, que por su patetismo da más risa que pena, esta siendo más conocido por lo que dice fuera del terreno de juego que por lo que hace dentro. Tampoco sé por qué renuncia a ir si es tan nacionalista catalán. Un señor que a lo mejor tendría que callarse cuando hasta cinco mandatarios o exmandatarios del Barcelona están condenados o imputados por delitos varios, cuando al palco del club catalán suelen ir golpistas o él mismo esta jugando con condenados por evadir dinero al fisco. Es un tipo al que algunos medios catalanes y no catalanes le dan cancha e incluso lo aplauden (para mi decir que la prensa catalana es periodismo es como decir que UGT o CCOO son sindicatos), pero se ha convertido en el bufón de la Corte, que no dice más que tonterías para llamar la atención.
Afortunadamente ya no hay nadie para contestarle (Lo siento, pero las formas de Arbeloa tampoco me gustaban, aunque fueran una respuesta a la provocación), encontrándose con el Rey, un futbolista de los pies a la cabeza, capitán del Real Madrid, Sergio Ramos, ironizando sobre que le quedaba bien el blanco y que esta obsesionado con el club madridista. Yo iría un poco más allá que Sergio: el señor Piqué tiene auténticos sueños húmedos con el Real Madrid, que estoy seguro ponen celosa a la mismísima Shakira, la cual por cierto hasta que se fue con el bufón de la corte se hacía fotos sin ningún problema con la camiseta del equipo blanco. 
Bueno: La diferencia de formas entre Piqué y Ramos es más que evidente. Piqué habla fuera, mientras Sergio en el terreno de juego ¡Menos mal que el capitán del Barcelona es una persona sensata como Andrés Iniesta!

miércoles, 29 de marzo de 2017

Clásicos Inmortales: Sed de Mal

Tras rodar varias producciones lejos de su país natal ("Otelo" y "Mister Arkadin"), Orson Welles volvía a los Estados Unidos en una época donde los productores ya no confiaban en él debido a su carácter dificil como director, al igual que debido a los ingentes gastos de sus películas, lo que llevaba a acortar la duración de una buena parte del metraje. Sin embargo, Welles volvía y nos dejaba quizás la última película de cine negro clásico.


"Mike" Vargas (Charlton Heston) es un polícia mejicano recientemente casado con la californiana Susan (Janet Leight). Ambos van a cruzar la frontera hacia los Estados Unidos donde pretenden pasar su luna de miel, pero es en ese momento cuando se oye una brutal explosión:  Un coche ha estallado, muriendo el magnate Rudy Linnekar, el cual iba con una acompañante.

Explosión en la frontera

Dado su prestigio como agente antidroga en la siempre complicda zona fronteriza y aunque no tiene competencias para trabajar en los Estados Unidos, Vargas se ofrece para ayudar en la investigación al jefe de policía, Hank Quinlan (Orson Welles), dado que el coche entró desde Méjico con la bomba. Quinlan es un hombre rudo y antipatico, pero que tiene cierto prestigio debido a sus muchos años de experiencia. Lo cierto es que trabajara con Vargas, aunque no le agrade dicha idea. 
Mientras su esposa se vera amenazada por Joe Grandi (Akim Tamiroff) para que su esposo no siga adelante con el procesamiento en Méjico de un hermano suyo por narcotráfico. Susan se siente contrariada por la situación, aparte de que no parece conforme con que su marido trabajo en un caso tan oscuro como el de la explosión del coche.


Vargas tratara de ayudar a resolver el caso, mientras envía a su esposa al hotel, pero en ese momento, es interceptada por los hombres del propio Grandi, los cuales la retienen en el mismo. Quinlan, por su parte, acusa del atentado al joven Manolo Sánchez, un mejicano casado secretamente con Marcia Linnekar, hija del magnate asesinado. Una prueba parece ser que encontraron dos cartuchos de dinamita en el baño.
Lo cierto es que Vargas, el cual estuvo unos mínutos antes en dicho baño donde dijeron encontrar los cartuchos, sabe que no estaban allí, comprendiendo en ese momento que los métodos de Quinlan son ilegales y que todo apunta que es el propio Quinlan (o sus ayudantes bajo las ordenes de él) quien colocó las pruebas que incriminaban a Sánchez.


Decide por ello investigar, comprobando que los cartuchos encontrados son los que le sobraron al propio Quinlan tras unas obras en su propiedad, por lo que se decide investigar todos los casos resueltos por Quinlan basados en "milagrosas" pruebas encontradas por el mismo. No obstante, nadie parece creer sus argumentos en contra de Quinlan.
Quinlan, sabiendose investigado por Vargas, decide unir fuerzas con Grandi para eliminar de la circulación al policia mejicano y de esta forma acabar con todos sus problemas, en el caso de Grandi que su hermano quede libre y en el de Quinlan evitar su desprestigio. 

Atrapada

Y así, en connivencia de ambos, Grandi hace que sus hombres droguen a Susan para desprestigiar a Vargas para que la policia la encuentre en un estado lamentable, pudiendo acusarla a ella por narcotráfico. Quinlan traicionara a Grandi, ahorcandolo y haciendo que su cuerpo aparezca junto a la de la joven. El desprestigio para Vargas y su mujer sería tremendo.


Cuando todo parece inculpar a Susan, Peter Menzies (Joseph Calleia), fiel colaborador de Quinlan le revela a Vargas que encontró en la habitación donde apareció su mujer drogada y junto al cadáver de Grandi, el bastón del propio Quinlan, el cual parece que no ató todos los cabos.


Durane, un paseo, Quinlan se reencontrara con Tanya (Marlene Dietrich) una misteriosa y enigmática gitana que en el pasado tuvo una relación con  el propio Quinlan, la cual presagia el fatídico final de éste. En ese momento se enocntrara con Menzies, el cual lleva una grabadora en colaboración con Vargas, el cual le confiesa irregularidades cometidas a lo largo de múltiples procesos.
Quinlan, no obstante es perro viejo y se da cuenta de la traición de su colaborador, disparando al propio Menzies y cuando se dispone a acabar con el propio Vargas, una bala del moribundo Menzies se lo impide acabando con el policia corrupto. 


Gran reparto (aunque se me hace raro ver a Charlton Heston interpretando a un mejicano con ese bigotillo...) y compleja historia sobre el poder y la corrupción; un drama oscuro e intrigante en el que Welles, ese verso suelto de la dirección, nos vuelve a deslumbrar con su uso de la cámara, jugando con las luces y sombras. Una anécdota: El largo plano secuencia con el que se inicia la película tardó hasta 15 días en llevarse a cabo, pero tenía toda su justificación. Esos tres mínutos son un plano mítico dentro de la historia del séptimo arte. 

Ficha

Dirección
Orson Welles
Producción
Albert Zugsmith
Guión
Orson Welles
Obra: Whit Masterson
Música
Henry Mancini
Fotografía
Russell Metty
Montaje
Aaron Stell
Virgil Vogel
Walter Murch
 
Otros datos

País
Estados Unidos
Año
1958
Género
Cine negro
Duración
108’
 
Protagonistas

Actor
Personaje
Charlton Heston
 Ramon Miguel Vargas
Janet Leigh
 Susan Vargas
Orson Welles
 Comisario de policía Hank Quinlan
Joseph Calleia
 Pete Menzies
Akim Tamiroff
 Tío Joe Grandi
Joanna Cook Moore
 Marcia Linnekar
Marlene Dietrich
 Tanya
Ray Collins
 El fiscal de distrito de Adair

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