martes, 23 de marzo de 2021

Recuerdos de la Sirenita

Publicado en 1837, es uno de los relatos más tristes que he leído. Una sirenita que se enamora de un joven Príncipe hasta el punto de que una bruja le da una piernas, pero el amor de ella por él no le es correpondido. En nuestro acervo cultural ha quedado la película de Disney, pero lo cierto es que más allá de ciertos detalles más o menos parecidos, lo cierto es que muy poco tiene que ver con la maravillosa cinta de dibujos animados.
 

La Sirenita, cuyo título original en danés es "Den lille Havfrue" es uno de los cuentos clásicos del inmortal Hans Christian Andersen, que nos deslumbró y nos sigue deslumbrando con una historia triste (los de hoy dirían que no es para niños porque acaba mal para nuestra pequeña sirena) y que merece ser leída como una de las más grandes cuentos jamás escritos. La de aquella Sirenita que se enamoró.

Entre la verdad y la mentira

Entre esos dos conceptos hay diferencias tangibles y que a lo largo del tiempo han hecho que cientos de pensadores discurran o teoricen sobre los matices que hay en la verdad o la mentira. Curioso, pero a veces las cosas no están claras. 
 

Desde la literatura, siguiendo por la filosofía e incluso pasando por el humor, de las diferencias entre verdad y mentira, dos conceptos unidos, pero que no pegan entre sí se ha hablado mucho.

"Con el tiempo, es mejor una verdad dolorosa que una mentira útil" (Thomas Mann) 
 
"La ópera es la verdad de la mentira; el cine es la mentira de la verdad" (Ramón Gómez de la Serna)
 
"La mentira gana bazas, pero la verdad gana el juego" (Sócrates)
 
"La verdad, como la luz, ciega. La mentira, por el contrario, es un bello crepúsculo que realza cada objeto" (Albert Camus)
 
"Mentid para encontrar la verdad" (Francis Bacon)
 
"Nada parece tan verdadero que no pueda ser falso" (Montaigne)
 
"El poeta es un mentiroso que siempre cuenta la verdad" (Jean Cocteau)
 
"La verdad triunfa por sí misma, la mentira necesita siempre complicidad" (Epicteto)
 
"El hombre prefiere que se digan cien mentiras acerca de él, a que se divulgue una sola verdad que desee tener oculta" (Samuel Johnson)
 
"Engullimos de un sorbo la mentira que nos adula y bebemos gota a gota la verdad que nos amarga"  (Denis Diderot)

La fiebre del oro

Mucho habremos oído hablar (aunque sea de forma tangencial) de la fiebre del oro. Y es que a mediados del Siglo XIX se desató una auténtica enfermedad por obtener oro y alcanzar la soñada riqueza material en base al vil metal. 
 

Las causas de tal fenómeno se debio a:
  • Un sistema monetario basado en el factor oro.
  • Pobreza extrema que llevó a las personas a desplazarse incluso del campo a la ciudad con tal de obtener oro.
  • Mejores líneas ferreas y de comuncación para desplazarse a los puntos donde hallar el oro.
  • Mejoras en los medios de comunicación de entonces, contribuyendo a extender noticias y rumores sobre posibles yacimientos de oro.
Hubo muchas zonas donde se dio una fiebre del oro brutal y no sólo en los Estados Unidos de América (Méjico, Australia y Argentina fueron otros países donde se rebuscó oro), aunque este fue el país por antonomasía en cuanto a la recogida del vil metal, teniendo como ejemplo la fiebre del oro de California, que se inició en 1849, tras el descubrimiento de unas pepitas en los ríos cercanos a la aldea de Coloma. 
 

 
Eso provocó el desplazamiento de hasta 300.000 personas (¡una barbaridad!) hacía las tierras del oeste estadounidense. Todos aquellos integrantes de esa auténtica avalancha humana  fueron llamados los Forty-niners (los de 1849).
También hay que tener en cuenta los efectos negativos que tuvo la fiebre del oro en la zona: los indigenas, que hasta ese momento habitaban California, fueron expulsados de sus tierras, aparte de que la mineria causó estragos en la zona.


Muchos encontraron oro en el río, aunque éste acabó por ser tan excaso que muchos no se llevaron nada. La fiebre del oro creó un efecto migratorio de tal calibre que una pequeña aldea como San Francisco acabó transformandose en una urbe gigantesca (constriyendose caminos, Iglesias, edificios, caminos... ), creandose incluso pueblos alrededor. 
 

Es tal la relevancia a nivel histórico y cultural que tuvo (y sigue teniendo) la fiebre del oro que hasta Chaplin llevó a su vagabundo a la fría Alaska (allí también hubo una busqueda de oro bastante importante) en busca de fortuna en la extraordinaria película "La Quimera del Oro" del año 1925, cuyo título original en inglés es "The Gold Rush", cuya traducción es "La Fiebre del Oro".

La presunción de inocencia

Iba a comentar otra cosa de interés, pero estamos viviendo una situación tan sumamente grave que es imposible que al menos dé (o intente dar) mi opinión siempre desde el respeto a opiniones contrarias sobre lo que ha pasado las últimas horas. Antes de nada decir que intentaré expresarme lo más claro que pueda.
No voy a negar que estamos en un momento de lógica concienciación sobre el maltrato contra la mujer y cualquiera tiene derecho a dar su testimonio y denunciar ante un juzgado cualquier acto que se cometa contra su integridad física y moral. Lo lamentable es que algunos políticos/tuiteros/acólitos se dediquen a ir contra la presunción de inocencia de una persona, acusando a los magistrados de nosequé, aprovechándose del testimonio siempre respetable de una persona. Hay que aclarar (por si alguno no lo sabe) que la presunción de inocencia es un derecho de toda persona ante cualquier posible acusación y que merece ser tan respetada como el derecho de una persona a declarar ante un posible delito cometido. Estoy cansado de penas de telediario, platos de televisión y redes sociales (las últimas son las peores) donde se juzga y condena a las personas como si algún tertuliano tuviese la verdad absoluta y lo peor no es que haya gente que los sigan, sino que muchos de ellos, que están permanentemente en televisión, intentando dirigir la opinión pública, creen que lo que dicen va a misa. Lo peor es cuando encima se meten los políticos. Nunca pensé que defender la presunción de inocencia de una persona se iba a convertir en un acto revolucionario como lo era hace 40 o 50 años.
También estoy cansado de oír que si la sociedad es machista o que si los hombres somos de una manera o de otra. Aunque evidentemente la educación influye, cada uno es dueño de sus actos y esclavo de sus palabras. Las personas pueden o no pueden ser machistas: las sociedades, nunca básicamente porque somos un grupo de personas diferentes. Dice el Evangelio que "no juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados". A lo mejor algunos deberían aplicarse el cuento porque a lo mejor en un momento dado van a necesitar precisamente la presunción de inocencia que tanto niegan a otros.
PD: todo mi cariño y respeto a las personas que han sufrido o sufren maltrato, así como a los familiares de aquellas personas que han sido asesinadas por sus parejas o ex parejas. Mucha fuerza.

domingo, 14 de marzo de 2021

Conversaciones con Billy Wilder

Hacía mucho tiempo que tenía ganas de leer estas conversaciones de Billy Wilder. Puedo decir que Wilder está entre mis cinco directores favoritos y era casi un sacrilegio que aún no me hubiera adentrado en esta obra, cuyo origen lo tenemos en el interes del director Cameron Crowe por una figura como la de un Wilder ya nonagenario y que por primera vez accedía para hablar sobre su vida y obra.


Contada desde un punto de vista más literario que "El Cine según Hitchcock" de Truffaut (se nota que Crowe también era guionista, aparte de que antes de adentrarse en el mundo del cine, escribía en la revista Rolling Stone), aunque algunos puedan llevarse las manos a la cabeza podemos decir que es incluso mejor que ésta por el interes casi personal entre Crowe y Wilder junto a su esposa Audrey, destacandose no sólo su labor como director, sino como guionista, aparte (y ahí está la clave) del hecho de que Wilder ya estaba retirado del mundo del cine, por lo que podía hablar con la vista más amplía de su trayectoría profesional, mirandola con cierta perspectiva (Su última película fue "Aquí, un amigo" de 1981 con Jack Lemmon y Walter Matthau).
Gracias a este coloquio conocemos la opinión de Wilder sobre el cine actual (destacable su mención al interés por "La Lista de Schindler"), así como sus primeras colaboraciones con Lubitsch (mencionando el célebre toque Lubitsch: "el uso elegante de la superbroma") y su relación estrecha con los guionistas Charles Brackett y Diamond, aparte de conocer su forma de trabajar tanto desde el guión, la escenografía y la dirección.
Porr supuesto habla de estrellas del calibre de Humphrey Bogart, William Holden, Marilyn Monroe, Audrey Hepburn, Jack Lemmon, Charles Laughton hasta el punto de hablar de su amistad con Cary Grant, el cual bien pudo protagonizar algunas de las películas de Wilder interpretando a aquel Linus que finalmente interpretaría Bogart en "Sabrina" o a aquel millonario excéntrico interpretado por Gary Cooper en "Ariane".
Y todo haciendo mención a muchas de sus extraordinarias películas, algunas muy queridas, otras no tanto, que forman parte de la imagen de la vida de muchas personas.

Marina, Marina

 "Marina me dijo una vez que sólo recordamos lo que nunca sucedió"
Así empieza quizás uno de los libros más personales de Carlos Ruiz Zafón, publicado tan solo dos años antes de "La Sombra del Viento". Muchos años han pasado desde entonces, aquel año de 1999 donde Marina vió la luz. Una novela extraordinaria de un escritor impresionante. 


Nos hallamos en la Barcelona de 1980. Entre palacetes y casas modernistas, Óscar Drai suele escaparse del internado donde estudía para contemplar la ciudad de Barcelona, conociendo en una de esas salidas a Marina, cuya forma de ser la atrae y le hará vivir una aventura que los lleva a otros tiempos; a otra Barcelona; a un momento que cambiara la vida del joven Óscar. 
Aquí conoceremos la nigmática vida de Mijail Kolvenik, hombre de origen incierto y que es un genio en la creación de artículos de ortopedia y prótesis, que lo llevan primero a salvar a los que le rodean, incluida a su propia esposa, Eva Irinova, pero la obsesión de Kolvenik es tan grande que su mayor reto es sortear la degeneración del propio cuerpo; esquivar la muerte, aunque la autodestrucción del espíritu vaya más allá de lo inimaginable. 
Óscar, por su parte, descubrira que Marina y Germán, padre de Marina, serán lo más parecido a una familia que ha podido obtener. Una obra maravillosa a la que algunos califican de suspense sobrenatural, pero a la que yo calificaría de una novela que añora todo aquello del pasado que se guarda en el corazón.

El mediático crimen de Fuencarral

Para quien no conozca Madrid decir que la populosa calle Fuencarral es una de las más reconocidas de la Villa. Ubicada entre los barrios de Chueca y Malasaña, recibe su nombre debido a que por ese camino se iba al antiguo pueblo de Fuencarral, absorbido por la Villa madrileña a mediados del Siglo XX. Por esa calle pasaron hombres ilustres como Cánovas del Castillo, la cantante Adelina Patti e incluso fue téstigo del romance entre María Teresa del Toro y un joven Simón Bolívar, los cuales acabarían casandose. Sin embargo, la popular calle de Fuencarral fue protagonista de un suceso del que se sabría la mañana del 2 de Julio de 1888.  
 

Ese día los vecinos del número 109 alertan a la policía del olor a petróleo y carne quemada que se siente en el segundo piso izquierda del inmueble. Tras ser derribada la puerta por la policia, se encuentra el cadaver de doña Luciana Borcino (la popular viuda de Varela como se la conocía) boca arriba en su cama y cubierta en trapos mojados en petróleo que previamente habían sido quemados en la habitación. 
La viuda de Varela no era cualquier persona en Fuencarral. De 50 años y natural de Vigo, era una señora acomodada y muy reconocida en el Madrid décimononico por sus obras de caridad. La mujer había sido acuchillada hasta tres veces. Uno de esos achuchillamientos había sido mortal. Dada la saña con la que el asesino había actuado contra la mujer, desde un primer momento se descartó el robo como movil.  Al parecer, doña Luciana tenía un carácter muy irascible y las sirvientas le duraban poco por tal motivo. Inicialmente, La policía pensó que el móvil había sido el robo debido a que el armario del cuarto de la víctima había sido registrado. En otra habitación hallaron un envoltorio que contenía alhajas y otros objetos.
La policía interroga a Higinia Balaguer Ostalé, sirvienta contratada hacía poco tiempo por la finada, y que había aparecido sin sentido en otra habitación de la casa. Inicialmente acusa al hijo de la víctima, José Vázquez-Varela, conocido como El Pollo Varela.
El hijo era un tipo de cuídado. De vida desordenada y bohemia (con todo lo que significaba en esa época), durante la noche anterior al crimen estaba ingresado en la Cárcel Modelo por el robo de una capa, por lo que era imposible que fuese el autor material del mismo. 
La criada mantiene su versión, aunque añadiendo que el Pollo Varela la amenazó y ella,  coaccionada o mediante sobornos (no sabemos cuál de las dos versiones creernos), tuvo que ir a comprar el petróleo, limpiar la sangre, quemar el cuerpo y cerrar la puerta de la habitación donde se hallaba el cuerpo. Después de la declaración, se desmayó.
Las declaraciones tan cambiantes y absurdas de la criada hacen que ella sea la principal sospechosa del asesinato. Durante las declaraciones aparece otro nombre, Dolores Ávila (conocida como "Lola la Billetera") con la que Higinia tiene una amistad. La criada sería la presunta autora del asesinato como tal y Dolores se convierte en presunta colaboradora. 
El crimen y sus posterior juicio se convirtió en debate de todos los cafés de la época en lo que sería una suerte de caso mediático. Tenía todos los ingredientes propios de una novela: viuda rica, un hijo sinvergüenza y una criada de la que se dudaba si era o no la asesina o simple colaboradora. Además, en una época donde ya se hablaba (aunque todavía de una manera superficial) de diferencias sociales y luchas de la clase obrera, para muchos tertulianos de los cafés, la criada Higinia representaba el desamparo del proletariado y el pollo Varela era el "señorito golfo" y vicioso, característico de las clases burguesas".
El 26 de Marzo de 1889 comienza el juicio con la primera sesión del juicio oral y público en el Palacio de Justicia de Madrid. El abogado de la defensa era un viejo conocido, el expresidente Nicolás Salmerón (un hombre reconocido para un caso mediático). Era tal la expectación por el juicio que las fuerzas de seguridad tuvieron que intervenir ante la gran cantidad de gente que se congregó a las afueras del palacio. 
"¡Vista de la causa seguida por homicidio, robo e incendio a Higinia Balaguer y otros!".
Durante la sesión judicial, se comprueba que Higinia Balaguer pretendía robar a su dueña desde que la contrató (seis meses antes del asesinato). En las primeras rodas, Balaguer confiesa haber matado a su ama con un cuchillo. Narra que el día del asesinato había roto sin querer un jarrón y que la señora se había enfadado con ella, a lo que Higinia respondió asestandole tres cuchilladas.
 
Nicolás Salmerón

En la cuarta sesión se establece una conexión entre Higinia Balaguer y José Millán Astray (director de la cárcel Modelo de Madrid, donde el hijo de la asesinada está recluído) debido a que había vivido amancebada con Evaristo Abad Mayoral (al que conocen como "El cojo Mayoral"), el cual tuvo una cantina frente a la cárcel. El padre del fundador de la Legión Española (¡qué coindicencia!) tendría al parecer un trato de favor hacía Varela hasta el punto de dejarle salir cuando le viene en gana, estableciendose una conexión de amistad entre la acusada y el preso, lo cual parece dar a entender que el robo como causa estaba latente.  
Por su parte, el perro de la señora fue envenenado con una substancia anestésica, definiendose que Higinia pudo haber tenido la ayuda de una o dos personas para perpetrar el asesinato de la viuda de Varela (la teoría del enfado de la señora no se sostenñia).
El fallo del tribunal tiene lugar el 25 de Mayo:
"Que debemos condenar y condenamos a la procesada Higinia de Balaguer Ostalé, por delito complejo de robo y homicidio, a la pena de muerte"
Su amiga Dolores Ávila es condenada como cómplice de la pena de dieciocho años de prisión, y absuelve a los procesados José Vázquez-Varela Borcino , José Millán Astray y María Ávila. Tiempo después, el Pollo Varela se vio envuelto en otra muerte de extrañas circunstancias (una prostituta cayó desde un piso alto de la calle Montera), siendo condenado a pasar 14 años en el penal de Ceuta. 
"¡Dolores, catorce mil duros!" 
Fueron las palabras de Higinia antes de que el garrote vil hiciese su funesto trabajo el 19 de Julio de 1890 ante la mirada de casi 20.000 personas en el que podemos considerar en el primer caso mediático de la criminología española.

Vergüenza ajena

Lo que pasó esta semana con mociones de censura, politiqueo variado y demás me ha dado vergüenza y pena por ver la clase de políticos que tenemos y que en uno de los momentos más críticos a nivel sanitario, económico y social, siguen demostrando que no están a la altura de las circunstancias. Y lo peor es que hay periodistas y ciudadanos que defienden a los de su bando y atacan al otro, cayendo en el mismo estiércol del politiqueo donde nos han metido. ¡Qué vergüenza!
No voy a negar que los políticos que tenemos pertenecen a la sociedad y, mal que nos pesé, son reflejo de ésta, pero es que uno, más allá de la ideología que tenga, ya está muy cansado. Y creo que los españoles no nos merecemos esto. 
PD: por cierto, estamos en un momento tan inestable que precisamente ahora no conviene estar haciendo mociones de censura (ni convocando elecciones) y si alguien se ha saltado la cola de vacunación (parece que ese ha sido el motivo de Ciudadanos para hacerse una moción de censura junto al PSOE contra su propio gobierno de coalición con el canje del Ayuntamiento de Murcia), que se investigue, pero no sólo en Murcia, sino en todos los territorios donde desde la derecha, pasando por la izquierda y siguiendo con no sólo políticos, sino sindicalistas, religiosos y militares se han vacunado.

miércoles, 10 de marzo de 2021

El San Juan Bautista de Leonardo

Mucha polémica ha habido en torno a esta pintura que nos muestra a un San Juan Bautista y una mano señalando hacía arriba y una sonrisa enigmática, que algunos han querido no sin razones equiparar a la Mona Lisa, realizada con un estilo muy parecido.
Las interpretaciones sugieren que el dedo señalando hacía arriba indica que merced al bautismo se puede alcanzar el cielo, destacando por una figura en sombra que nos mira y parece sonreír ante nuestra presencia. Al igual que con otras pinturas utilizó la técnica del sfumatto y al parecer uno de sus discípulos fue el modelo.


La pintura fue una de las que Leonardo mostró al cardenal de Aragón, Antonio de Beatis, y de su séquito el 10 de Octubre de 1517 en el Castillo de Clos-Lucé. Tras el fallecimiento de Leonardo, fue heredado por Salai, cuyos herederos la vendieron. En 1666 pasó de la colección Jabach a Luis XIV. De ahí pasó al museo del Louvre, en París,  donde se conserva.

El actor que era espía

Todos lo hemos visto actuar. Concretamente en la película de "Lo que el Viento se Llevó" interpretando a aquel Ashley por el que bebía los vientos Escarlata O'Hara y que, sin embargo, acababa casandose con una mujer buena como Melania Hamilton con el rostro de Olivia de Havilland. Lo cierto es que la carrera cinematográfica de Leslie Howard ya habia despuntado mucho antes con una trayectoria fulgurante, que comenzó en el teatro en su Inglaterra natal (era de Londres) y que siguió al cine con obras como "Cautivo del Deseo" (donde se obsesionaba con Bette Davis), "La Pimpinela Escarlata", "Romeo y Julieta" (con Norma Shearer en una adaptación dirigida por George Cukor) y "Pigmalión". Lo que pocos sabía en ese momento es que Howard era un espía al servicio de Inglaterra en una época tan complicada como la de la guerra civil española y la posterior Segunda Guerra Mundial.
 

La relación de Howard con nuestro país viene de antes cuando conoció a María de la Concepción Andrés Picado, conocida artísticamente como Conchita Montenegro, una modelo, bailarina y actriz natural de San Sebastián, la cual es reconocida como la primera actriz española en triunfar en Hollywood a principios de los 30, rodando en español versiones de películas para la Metro y la Fox que se comercializarian en España e Iberoamérica (algo muy habitual en la época), aunque también rodó en inglés y francés, convirtiendose en una estrella internacional al nivel de la Garbo. 
En Hollywood tuvo varios amantes, aunque el más duradero fue Leslie Howard que estaba casado y del que se separó tras finalizar la guerra civil española y no volvería a ver hasta 1943. En ese momento, Conchita mantenía relaciones con un diplomático aragonés Ricardo Giménez-Arnau, culto  personaje con quien se acabó casando y que a modo de anécdota diré que es tío del periodista Jimmy Giménez-Arnau.
 
Conchita Montenegro

Eran unos tiempos muy complicados donde en la capital española abundaban espias de uno y otro lado y la embajada inglesa maniobraba por sus propios intereses,  Leslie Howard aterrizó en la Villa en misión secreta como espía del Gobierno inglés bajo el mando de Winston Churchill con la idea de reunirse con Francisco Franco con el objetivo de asegurar que el dictador abandonara su posición de "no beligerancia" durante la Segunda Guerra Mundial adoptando la neutralidad (algo que finalmente se haría efectivo). En contrapartida los ingleses apoyarían su régimen para que fuera reconocido internacionalmente (algo que finalmente no tuvo lugar). Lo complicado era ser recibido por Franco, que mantenía una actitud en ese momento de apoyo al Eje (aunque cada vez más decreciente, lo que le costó el cargo a Serrano Suñer). Para conseguir la reunión con Franco, Howard recurrió a Conchita, con la que se reunió en el reconocido hotel Ritz, ya que su antigua amante era la prometida de alguien muy bien relacionado con el Poder como el mencionado Ricardo Giménez-Arnau.
Franco recibió a Howard en el Palacio de El Pardo con entusiasmo dado que le había encantado "Lo que el Viento se Llevó" (muy documentado está el hecho de que Franco era muy cinéfilo). De aquella audiencia el actor británico salió extraordinariamente contento. La España de Franco sería neutral, aunque probablemente lo hubiera conseguido de cualquier manera dada las tiranteces entre Franco y los nazis. 
 

Realizadas otras gestiones, Leslie se despidió de Conchita tomando una copa en el mencionado hotel Ritz. Se despidieron de forma cariñosa sin saber que ese sería el adiós definitivo. Era el 1 de Junio de 1943 cuando Leslie Howard tomó el vuelo 777 de la compañía BOAC, un DC-3 bautizado como "Ibis" que desde Madrid tomó rumbo hacia Londres, pero... nunca llegó a su destino. Al sobrevolar el Golfo de Vizcaya, a la altura de las costas gallegas de Cedeira, supuestamente cinco aparatos alemanes de la Lufwaffe abatieron al avión británico, que cayó a las aguas, muriendo todos sus tripulantes. Y digo supuestamente porque se baraja la posibilidad de que fuese un accidente. Lo cierto es que los nazis hacía tiempo que estaban tras la pistas de espias como Howard. 


Conchita se enteró de la noticia de muerte de Howard por la radio no pudiendo contener el llanto por el que para ella fue su Gran Amor. Conchita falleció en Madrid en 2007. Para terminar con una nota cinematográfica del actor que fue espía decir que fue nominado dos veces a los Oscars y que era muy amigo de Humphrey Bogart a quien recomendó para "El Bosque Petrificado" cuando todavía no era conocido. Eran tan amigos que Bogart llamó Leslie a una de sus hijas.

El bebe de Rosemary

Probablemente sea una de las películas de suspense/terror más extraordinaria de la historia y quizás la que inauguró una serie de adaptaciones/películas donde el diablo o anticristo estaba muy presente (con "El Exorcista" y "La Profecía"). La mal llamada "La Semilla del Diablo" (lamentable título con sinopsis encubierta) es una película que te deja con mal cuerpo tal y como Ira Levin lo hizo en la novela, la cual se adaptó fielmente a la gran pantalla y que comienza con la llegada a una casa en el edificio Bramford asociada presuntamente a ritos brujeriles... donde pasarían cosas terribles.


Publicada en 1967, la obra está llena de extrañezas, desde un viejo matrimonio de vecinos, los Castevet, de los que él tiene un pasado turbio, muertes inesperadas, un embarazo problemático y donde el concepto de trato o pacto con el demonio está muy presente. Muchos sugieren que es una obra de terror (incluso terror psicológico), pero, más allá de eso, en mi opinión, es una obra esencialmente de suspense donde Rosemary llega a una terrible verdad.


No es de extrañar que fuera rápidamente adaptada al cine con el éxito que conocemos. Años después, concretamente en 1997, Ira Levin publicó una secuela (que le dedicó a Mía Farrow), "El hijo de Rosemary", que no tiene ni mucho menos la calidad de ese bebé de Rosemary que a algunos le puso la piel de gallina.

Centenares de muertos

Los medios de comunicación querrán que nos informemos de lo que ellos quieren. Un caso flagrante lo vemos en la bajada de la incidencia acumulada y el número de muertos. Todos los informativos abren con la bajada de la IA como la gran cosa, pero resulta que todos los días hay centenares de muertos por covid19 en un país donde nadie exige que se sepa la cifra real de muertos por esta maldita enfermedad, aunque ya podemos intuir que son más de 100.000.
Especialmente sangrante fue aquel día donde hubo más de 600 muertos y hubo medios que ni tan siquiera dijeron el dato, contentandose con dar la bajada de la IA. ¡Qué le digan a los familiares de los fallecidos que la cosa va bien por la bajada de la IA! hubo hasta algún periódico que puso dicha bajada en grande, a modo de titular, y en chico la cifra de fallecidos. Lo peor es que actitudes lamentables como esa consiguen normalizar una barbaridad como que todos los días haya centenares de muertos y que la gente no se escandalice ante algo que NO ES NORMAL.
Desde aquí mi pésame a todas las familias que pierden a un ser querido.

domingo, 7 de marzo de 2021

Guagua: origen de una palabra

Hasta los penínsulares saben que los canarios llamamos guagua a lo que ellos llaman autobuses. La cuestión es de dónde viene ese término para referirse a los vehículos de transporte colectivo. 
 

Al parecer tiene su origen en la isla de Cuba con la que los canarios tuvimos mucha relación debido a las migraciones históricas con dicha isla (al igual que otras regiones del orbe hispanoaméricano). Guagua proviene de la adaptación fonética de la palabra inglesa waggon, vagón en inglés, la cual a su vez en una palabra utilizada para las grandes carretas que viajaban hacia el oeste (quien ha visto películas western sabe a lo que me refiero). Dicho término era utilizado en la isla de Cuba para el transporte colectivo de personas  debido a su parecido fonético con la locución caribeña "de guagua", que significa "de balde". Y es que debido al coste económico de los transportes públicos, los vehículos de tranporte colectivo se convirtieron en guaguas o vehículos para viajar "de balde". 
 

Los emigrantes canarios debieron traer esta palabra a su tierra alrededor de la segunda década del Siglo XX dado que hasta esa época (y más bien a finales de la década de los 20) no hay prueba documental de la utilización de dicho término. De hecho, la academia canaria de la lengua recoge que "En Tenerife, según testimonio de personas mayores, todavía en los primeros años de la década de los cuarenta se empleaba la voz jardinera para designar al vehículo de transporte público, y fue por esos años cuando se extendió rápidamente, a partir de la capital, la voz guagua en lugar no de autobús, término que nunca se había usado, sino de jardinera".

Darse contra una pared

A veces siento eso cuando intento charlar con una persona en Twitter. Por más que razones, siempre intenta darle la vuelta o simplemente obcecarse en una idea, aunque les hayas mostrado pruebas evidentes de su error. No sólo me refiero a la cuestión política (que cada vez nos divide más a los españoles), sino con temas aparentemente blandos en los que se pueden tener opiniones divergentes, pero sin llegar la sangre al río. Hasta en esos temas (cine, literatura, historia, ...) parece que hay alguna gente que tiene ganas de pelea sólo por defender sus tesis e incluso pueden llegar al insulto o al escarnio simplemente porque tus opiniones no son las propias. Siempre he dicho que el mundo seria muy aburrido si todos tuviésemos las mismas opiniones. Precisamente ahí es donde se acaba la Libertad y no cuando un individuo irrespetuoso se dedica, bajo el paraguas de una libertad de expresión que no es tal, el insulto.