¡¡¡Era la guerra!!! Cuando esto ocurría los hombres de los países contendientes iban a la guerra y las mujeres se quedaban, pero ya no con un simple papel pasivo, sino formando parte de la segunda línea. En una época donde la normalidad en época de Paz era que las mujeres se quedasen el casa, mientras el marido se iba a trabajar, en época de guerra ellas se quedaban en las fabricas, formando parte de la segunda línea de la guerra, haciendo trabajos "propios de hombres", reemplazándolos e incluso fabricando armas o municiones para el combate. Ahí es donde nace Rosie la remachadora.
Hoy en día un icono cultural estadounidense (y referente del feminismo), Rosie nació sin quererlo como una fuente para dar valor a las mujeres en una época complicada (plena Segunda Guerra Mundial) en las que ellas hacían el trabajo pesado que normalmente en aquellos años harían los hombres. Era un "mujeres al poder" que ya después de la guerra pasó a ser reconocido como un símbolo de igualdad entre la mujer y el hombre. Así pasó de ser un simple cartel propagandístico durante un conflicto bélico (de los más sangrientos de la historia) a todo un referente no ya sólo cultural, sino social. Y todo bajo la expresión de la propia Rosie "We can do it" ("Nosotras podemos hacerlo" en inglés) que refleja a la perfección un concepto que sigue vigente hoy en día y que es verdad: ellas también pueden hacerlo.
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