jueves, 14 de marzo de 2019

Siguiendo a la gitanilla

El pueblo gitano, que ha luchado porque la RAE quite una de las deficiones de gitano como trapacero ("persona que engaña a alguien con astucias o mentiras") se sentiría agraviado por la definición que el mismismo Cervantes da de los guitanos al comienzo precisamente de una de sus Novelas Ejemplares, la guitanilla:
"Parece que los gitanos y gitanas solamente nacieron en el mundo para ser ladrones: nacen de padres ladrones, críanse con ladrones, estudian para ladrones y, finalmente, salen con ser ladrones corrientes y molientes a todo ruedo; y la gana del hurtar y el hurtar son en ellos como accidentes inseparables, que no se quitan sino con la muerte"
Hay que decir que desde tiempos inmemoriales a los gitanos se les acusó de gran cantidad de tropelias, que incluían el engaño o el hurto, por lo que don Miguel sólo responde al pensamiento propio de su época.  Tampoco era la clave de la historia (aunque tiene su importancia).


Siguiendo la tradición de grandes de la cultura italiana como Giovanni Boccacio con sus novelas cortesanas, el autor nos presenta a una gitana de nombre Preciosa, cuyo origen es noble, ya que fue raptada cuando era un bebe, haciendo durante su vida las cosas propias de una gitana (tocando y cantando para ganar dinero), enamorandose un noble de ella hasta el punto de que deja su vida de comodidades para irse con los gitanos como una prueba de Amor hacía ella.


Por supuesto, todo acaba felizmente cuando la niña se reencuentra con sus padres que la reconocen debido a una marca de nacimiento por lo que la guitanilla en realidad de familia noble se acaba casando con su enamorado en lo que es un matrimonio entre iguales.


Esta es la primera las doce Novelas Ejemplares en las que un Cervantes (el cual ya había escrito el Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha) nos demostró que era un gran narrador y contador de historias.

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