Sin lugar a dudas es una de las mejores canciones de Cecilia, una cantautora adelantada a su tiempo y que lo demostró en ésta, que fue su primer gran éxito. En ella, critica desde un punto de vista deliciosamente irónico, costumbres de algunas señoras de la alta burguesía, siempre proclives a la hipocresía.
En el año 1972 fue todo un boom en unos años donde aún estaba el vigente el franquismo con todo lo que ello conllevaba (sobre todo el ámbito de la mujer). Ni siquiera la canción se libró de la censura: los versos donde se decía "Puntual cumplidora del tercer mandamiento,
algún desliz en el sexto" (haciendo clara referencia al mandamiento que condena el adulterio) fueron cambiados por otros: "... algún desliz
inconexo". ¡Qué cosas!
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