domingo, 3 de marzo de 2019

I love Lucille Ball

En los 50, los estadounidenses pudieron disfrutar de una serie cómica protagonizada por un matrimonio que también lo era en la vida real. La serie en cuestión se titulaba I love Lucy (Yo amo a Lucy) y estaba protagonizada por el matrimonio formado por Ricky Ricardo y Lucy Ricardo en un sinfín de situaciones cómicas. Ni que decir que los actores protagonistas eran el cubano Dezi Arnaz y Lucille Ball; nuestra querida Lucille Ball. 


Primero modelo y después actriz, ahora parece que Lucille Désirée Ball (pues ese era su nombre completo) sólo es conocida por sus incursiones televisivas, pero lo cierto es que sus inicios actorales los tenemos en Broadway (entonces con el nombre artístico de Dianne Belmont), haciendo papeles pequeños posteriormente para la RKO y después participando en películas de Serie B, incluso siendo protagonista de una de las películas de los hermanos Marx "El Hotel de los Líos" (que no es ni mucho menos la mejor de los celebres hermanos) o participando en películas de suspense (muy alejadas de sus papeles cómicos posteriores) con obras como "El Asesino Poeta" (dirigida por Douglas Sirk y compartiendo protagonismo con Charles Coburn y George Sanders, incluyendo un pequeño papel de Boris Karloff) y "Envuelto en la Sombra" o el drama romántico "Su Última Danza" (con Henry Fonda). 

Con George Sanders

Fue durante esos años cuando se enamoró y casó con el actor y músico cubano Desi Arnaz con el que estuvo casada 20 años, tuvo dos hijos, creó la productora Desilu y compartió protagonismo en una serie como I Love Lucy (que él dirigía), la cual ganó cinco premios Emmy durante los seis años que estuvo en antena. 

Marido y mujer

Podemos decir que I love Lucy fue el inició de las comedias de situación que tanto se extendieron en décadas posteriores y que hizo de una mujer como Lucille una mujer a la que todos adoráramos (el título no era para menos) como aquella Lucy que era una mujer inocente, pero ambiciosa y que hacía reir por las situaciones surrealistas que vivía. Una mujer hecha para la comedia (a recordar muchas escenas entre ellas la de la factoría de chocolate, considerada una de las mejores de la historia cómica estadounidense).


Los años 50 y parte de los 60 no fueron fáciles para nuestra Lucille. Problemas con el Comité de Actividades Antiestadounidenses por su filiación al partido comunista y las continuas infidelidades de su marido que llevaron al divorcio definitivo en 1960. 


El reconocimiento en forma de premios lo tuvo en vida: Ball recibió varias nominaciones a los Premios Emmy, de los que ganó cuatro, ganó el Premio Women in Film Crystal (para honrar a mujeres por su labor en los medios), el Premio Cecil B. DeMille en 1979, el premio a su trayectoria del Centro John F. Kennedy en 1986 y el Premio Gobernadores de la Academia de Artes y Ciencias de la Televisión en 1989 (que recibió poco antes de morir). Más allá de galardones, se ganó el cariño del público... y es que a Lucille Ball, la Reina de la comedia estadounidense, sólo se la puede querer. 

Tributo


Problemas para acostarse


Lucy y los chocolates

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