viernes, 15 de marzo de 2019

¿Son los remakes una buena idea?

Antes de nada decir que no soy un fan especial de los remakes, pero honestamente si éstos funcionan o están bien hechos (desde mi punto de vista) no me parecen una idea carastrófica. El problema es la sensación que tenemos muchos en que se están haciendo remakes por falta de ideas o la búsqueda de dinero facil, ya que si la primera idea funcionó, con está sucederá lo mismo. Es verdad que han habido muchos remakes a lo largo de la historia del cine, pero el abuso que se hace de ellos hoy en día, ha hecho que mucha gente tenga suspicacias a la hora de pagar una entrada.


Para mi hay tres tipos de remakes o nuevas versiones: el que se basa en una historia original, el que se basa en una historia previamente realizada mediante una obra literaria u otra índole o una reimaginación en la que el autor basándose en un universo previamente realizado, crea su propio argumento, el cual es muy diferente al original. Este último término comenzó a ser acuñado por Tim Burton cuando dirigió la (desde mi punto de vista fallida) película "El Planeta de los Simios".


Pero, las criticas negativas parecen ser relativamente fáciles. Por eso voy a comenzar con los puntos positivos (siempre desde mi punto de vista). ¿Cuándo debe realizarse un remake?
  • Para presentarnos una película desconocida para el gran público o que presente una mejora técnica o argumental del mismo: Esto fue muy habitual con el cambio del cine mudo al sonoro. Muchas películas fueron revisadas una vez llegó no sólo el sonido, sino el color o nuevas técnicas de montaje que hacían el cine más espectacular. Un ejemplo lo tenemos en la Ben-Hur de Fred Niblo de 1925 o la de William Wyler de 1959. Ambas son dos grandes clásicos basadas en un libro muy conocido, que tienen grandes momentos, las cuales no desmerecen la una de la otra. La de Wyler vino a añadirle más dramatismo a la historia y en mi caso eso posibilitó que sintiera interés por ver la muda, que siendo distinta en algunas partes, no desmerece a la sonora. Incluso Cecil B. DeMille se atrevió a rodar la original y el remake  de "Los Diez Mandamientos", algo que hizo Frank Capra con su original "Dama por un Día" y ya en los años 60 con su remake "Un Gángster para un Milagro". En el caso de DeMille o Capra entendieron que en sus remakes tenían que añadir tramas para que la historia siendo la misma, fuera más compleja y que, sin que el público se olvidara de la original, supiera darle valor a la nueva versión. Incluso resulta curioso que muchos desconozcamos que películas como "Soy Leyenda", "Mentiras Arriesgadas" o "Luz que Agoniza" eran remakes. Sea buena o mala la revisión, es muy probable que de una forma u otra intentemos ver la película original. Lo importante es la profunda compresión el original para, a partir de éste, podamos realizar una revisión acorde que incluso lo mejore.


  • Mejorar versiones que no fueron tan buenas: Este concepto no se ha explorado (o al menos no mucho), pero sería interesante que películas que no fueron tan buenas, tuvieran una versión que hiciera un argumento acorde. Un ejemplo que he encontrado lo tenemos en "El Halcón Maltés". Diez años antes de la adaptación protagonizada por Bogart, hubo otra que no caló en el público basicamente porque les pareció muy complicada y que progresivamente se alejaba de la novela original.  El propio John Huston llegó a decir que si la versión de 1931 no había tenido éxito era debido a que no se había adaptado correctamente. Así que dirigió la versión que todos conocemos, resultando en el brillante inicio del cine negro (fue nominada al Oscar al Mejor Guión).


  • Adaptación del original a los nuevos tiempos: el hecho viene de ahondar aún más si cabe en la personalidad de los personajes o mostrar a una sociedad distinta (no es lo mismo el año 40 que el año 97 por ejemplo), ya que el original en algunos aspectos puede quedarse ciertamente anticuado. Hay dos originales con sus respectivos remakes que reflejan un poco eso. El primer ejemplo son las que llamaron Scarface (aunque en España tuvieron dos nombres distintos: "Scarface, el Terror del Hampa" y "El Precio del Dinero"). Con una apariencia distinta supieron darle el enfoque que requerían los espectadores del momento, sin olvidarse de la violencia explicita que trajo la segunda versión con Al Pacino. Otro es "El Padre de la Novia" en su versión original con Spencer Tracy y en el remake con Steve Martín. Dos actores aparentemente distintos, pero que nos dejaron multitud de situaciones llamativas que muestran el avance social de una y otra con algún que otro guiño en la nueva versión. Otra película que lo hizo muy bien en ese sentido fue la King Kong de 2005, que sin desmerecer a la original de 1933, mejoró gran parte del guión anterior, dándole una trama más profunda con unos personajes más definidos y buscando no caer en los estereotipos (sobre todo de corte racial).

Pero que haya puntos buenos en cuanto a algunos remakes, evidentemente (y más allá de la búsqueda fácil del dinero) hay cosas que NO deben hacerse.
  • No ofrecer nada nuevo: a Disney le ha dado por hacer películas live action basadas en sus clásicos más conocidos. El problema no está en hacerlos o no, sino que muchas de esas adaptaciones están dando como resultados copias plano a plano (aunque con personas de carne y hueso) del original con cambios insustanciales, lo cual hace que la gente no sólo adore aún más el original (lo que no es necesariamente malo), sino que odie tu obra. Un ejemplo lo tenemos en "La Bella y la Bestia". Su versión animada es un clásico brillantísimo que por argumento, animación y canciones es una de las mejores películas animadas de la historia (de hecho, fue nominada en los Oscar en la categoría de Mejor Película). ¿Qué hizo Disney? hacer una copia con su versión live action, añadiendole alguna pequeña cosa que en vez de sumar, resta y haciendo que en muchos casos los personajes de la versión animada (que se supone que es la hecha para niños) parezcan más adultos y con decisiones más profundas que los de la versión en carne y hueso, añadiendo encima las canciones originales, pero interpretadas sin vida. Un ejemplo distinto lo tenemos en su remake live action de "La Cenicienta" donde no existen canciones que pretendan parecerse al original, donde sus personajes (incluido el Príncipe) son más profundos y donde podemos decir que la historia se acerca más al cuento original que el propio dibujo animado. Yo desde luego siento que me han timado si voy a ver una nueva versión que es punto por punto como el original. 


    • Ciscarte en el original: eso lo vimos muy recientemente en el "Ben-Hur" de hace unos pocos años donde no sólo no se añadía nada, sino que se cargaba gran parte de lo que hizo grande a las versiones originales, utilizando CGI de los chinos para colmo (ese caballo en la grada del circo es alucinante). Lo lamentable es que ni siquiera se parece lo más mínimo al libro. Otro ejemplo lo tuvimos en el remake oficial de "La Bella Durmiente" titulado "Maléfica", cuyo enfado tras verlo aún dura en mi al cargarse a una de las mejores villanas de la historia (y eso que Angelina Jolie me parece una buena opción) haciendola una mala que no era tan mala. Para colmo existe la sensación de que el original aún siendo de más duración es más ligero o menos pesado que su remake, básicamente porque este último es muy doloroso ("Ben-Hur" es el ejemplo). Eso sin olvidar que al ver el remake sientas más ansias de ver el original no debido a que la nueva versión sea necesariamente mala, sino porque hay personajes en el mundo del cine que no te los imaginas siendo interpretados por otros. Sin ser mala la versión que hizo la Hammer del clásico de Mary Shelley "Frankenstein" con Christopher Lee haciendo del monstruo, es muy difícil imaginarse a éste sin la cara de Boris Karloff (vía Universal). Otra cosa extraordinadiamente molesta y que suelen hacer los estadounidenses es basarse en un clásico del cine europeo para adaptarlo a tu cultura: ese ejemplo lo tenemos en la francesa "La Cena de los Idiotas", basada en una obra teatral, donde se hace una crítica mordaz de la vida en pareja, así como la falta de respeto a los demás casi siempre en el mismo apartamento. ¿Qué hicieron los norteamericanos? cargarela completamente con montón de bufonadas, teniendo lugar no en un sitio concreto, sino en varios y con un humor fácil, que no es más que la estupidez en su máxima potencia.
     
      
    • Basarse en el éxito de la original: eso es uno de los errores más lamentables que puede cometer un cineasta o productor. Creer que su nueva versión va a tener éxito basándose en que el original es muy seguido. Ahí es donde suelen entrar los reboot que no son otra cosa que reinicios de una franquicia, algo que no es que refleje una falta de ideas evidente, sino que demuestra una cara dura tremenda. Un caso lo tuvimos en "Cazafantasmas" de 2016, con la que se armó cierta polvareda debido a que las protagonistas eran mujeres. A mi particularmente eso me da igual, el problema es que se presente como una cosa hipermeganovedosa algo que no lo es por el simple hecho de que sus protagonistas no sean hombres. La misma banda sonora, el mismo concepto de atrapar fantasmas e incluso cameos forzados de los cazafantasmas originales (¡¡¡Error!!!) hace que parezca que te han sacado el dinero para ver el mismo concepto, sin más cambio que el sexo de los protagonistas. 

      
    ¿Son necesarios los remakes? Sí, siempre y cuando no se caigan en los errores que he mencionado y se hagan desde la comprensión del original (OjO: desde mi punto de vista). En todo caso, el que tengamos asco o no a los remakes (más allá del resultado final) depende un poco (o al menos así lo veo) de la psicología del que ve y el aceptar o no que se puedan hacer nuevas versiones de tu película favorita. Ahí, ya mucho antes de que salga el remake en cuestión, diremos que si la falta de ideas o la búsqueda de dinero fácil. ¡Y el remake como concepto no es necesariamente malo!

    No hay comentarios:

    Publicar un comentario