España había tocado fondo. Después de la muerte de Alfonso XII en 1885, se debilitó fuertemente desde un punto de vista político. María Cristina, viuda del Rey, era la Regente de España debido a la minoría de edad del futuro Alfonso XIII, momento en el cual surgieron varios levantamientos en las colonias de ultramar (Puerto Rico, Cuba, Filipinas, ...). Con la guerra hispanoestadounidense se perdieron todas las colonias americanas y con ello las críticas arreciaron contra un país al que se veía como atrasado, generándose además una serie de nacionalismos (vasco, catalán, gallego, ...) que amenazaba con acabar con una nación en el que el bipartidismo hacía aguas, aparte de que los lideres históricos como Cánovas (por asesinato) o Sagasta habían desaparecido.
La grandeza de España había sido mermada y su declive
frente a las otras potencias daba la apariencia de que
estaba en su peor momento, provocando un desconcierto en su sociedad y
un sentimiento de vacío que era histórica.
Tal situación despertó la conciencia y participación de la comunidad intelectual española cuyo objetivo era que España alcanzara al resto de naciones europeas en
cuanto a sus avances científicos y culturales, y que los españoles cultivaran un nuevo concepto patriótico, fomentando la cultura en todos sus ámbitos. En esto apareció Joaquín Costa.
"Entierro" de España |
Costa, natural de Monzón, en Huesca, era un político, economista e historiador, el cual sería el máximo representante de un movimiento que sería conocido como Regeneracionismo. Su lema era "escuela, despensa y doble llave al sepulcro del Cid para que no vuelva a cabalgar" y en cierta medida eso reflejaba el Regeneracionismo: un punto y final con del pasado.
Este movimiento buscaba la reconstrucción interna de España por medio de dos caminos
fundamentales:
- Una reforma agraria efectiva.
- Una educación de calidad. Acabar con el retraso cultural y social de España para que por medio de la cultura el pueblo fuese más libre.
- Renovación política. Una Democracia que lo fuese de verdad. Fin del caciquismo.
- Libre comercio, así como una mejora en las condiciones laborales de los trabajadores.
- Un poder judicial independiente.
Este movimiento tenía un carácter fuertemente transversal, ya que contaba con
regeneracionistas conservadores, progresistas,
tradicionalistas de corte monárquico e incluso republicanos. Hijos de este movimiento fue la denominada Generación del 98 (que contaba con Antonio Machado, José Martínez Ruíz “Azorín”, Pío Baroja, Ramiro de Maeztu, Ramón del Valle-Inclán y Miguel de Unamuno entre otros); lo mejor de la cultura española.
Lamentablemente el país no progreso como se esperaba. Nos encontramos con un Rey (Alfonso XIII) inoperante ante los cambios, que incluso permitió una dictadura (Miguel Primo de Rivera) y un bipartidismo ya desmoronado con caras visibles como Maura o el Conde de Romanones. Incluso el soplo de aire fresco que era José Canalejas fue asesinado a sangre fría en 1912 cuando miraba un escaparate. Un año antes había muerto Costa.
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