Antes de nada conviene decir que los españoles hasta bien entrado el Siglo XX no teníamos costumbre de poner el árbol de Navidad. Puede que fuera por la "presión extranjerizante" lo que hizo que asumiéramos dicha tradición como nuestra.
La tradición de decorar árboles proviene del paganismo nórdico. Con ello se celebraba el nacimiento de Frey, dios del Sol y la fertilidad, en fechas próximas a la Navidad Cristiana. El árbol simbolizaba al árbol del Universo (Yggdrasil) en cuya copa se hallaba Asgard (que era la morada de los dioses) y el Valhalla (que era el palacio de Odín, Rey de los dioses nórdicos) y en las raíces estaba Helheim (que era el reino de los muertos). Se atribuye a San Bonifacio (considerado el evangelizador de Inglaterra y Alemania) el primer árbol de Navidad (sobre el año 470), adornándolo con manzanas (que simbolizaban al pecado original) y velas (que simbolizaban la Luz de Cristo). Por otro lado, la forma de triángulo del árbol o abeto fue tomado como símbolo de la Trinidad.
Cortando el árbol |
Mucho tiempo después llegarían las decoraciones clásicas (bolas, lazos, luces... ), habiendo en la copa del árbol una estrella que simbolizaba a la estrella de Belén, que guió a los Magos. De esta forma, nuevamente convertimos una tradición pagana en una tradición cristiana, algo que pudo tener mucho que ver las evangelizaciones en la zona y como los cristianos asumieron como propias las tradiciones ajenas dándole un nuevo significado.
Esta tradición se convirtió en popular no sólo en los países nórdicos, sino en el centro de Europa y los países angloparlantes. Los países del sur europeo la acabaron asumiendo muy posteriormente. Luego llegaría la tradición de poner los regalos (Bien de Papa Noel o los Reyes Magos) debajo del árbol, que bien puede ser natural o artificial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario