He leído un artículo "Todos somos Ana Julia Quezada" (el título lo dice todo) escrito por un tipo que dicen que es poeta (será poeta del ridiculo) y que fue candidato a la Presidencia de la Comunidad de Madrid por IU, un tal Luis García Montero, en la que literalmente acusa de la situación de está asesina confesa al capitalismo, cuyo "programa desquiciado invita al mal, a la avaricia, a la soledad, a la traición, al maltrato, al hambre de unos y a la ambición insaciable de otros". Para colmo compara la muerte del niño almeriense con la guerra de Siria, la inmigración y la economía para criticar la actitud de la sociedad ante el caso, comparándola con Ana Julia Quezada. Encima se atreve a decir que el niño ha sufrido una desgracia. ¿Desgracia? La desgracia fue encontrarse con una individua tan miserable. El niño NO murió de forma espontánea; fue asesinado. ¿Te enteras?
Ni que decir tiene que el artículo es infumable y refleja a la perfección lo que decía el tipo de la coleta y sus correligionarios de "politizar el dolor" y utilizarlo para sus fines ideológicos y si hay que comparar churras con merinas, se hace, pasando por encima del dolor de unos padres destrozados y de una sociedad que quiere y merece protegerse de asesinos y violadores, que en muchos casos no quieren reinsertarse porque la reinserción (la tan mencionada reinserción) es un derecho, no una obligación (lo dice nuestra Constitución).
Para acabar, les pongo un tweet de Iker Jiménez (@navedelmisterio) que refleja a la perfección con unas pocas palabras lo que puede sentir cualquier persona ante todo lo que ha pasado y artículos tan miserables:
Acaba la marejada y llega el olvido.
Porque todo se olvida...y para muchos es mejor que así sea.
Pero no se ceja en el empeño de idiotizar. Eso jamás.
He llegado a leer en la prensa " Todos somos Ana Julia Quezada".
Sin disimulo. Sin ninguna vergüenza. Y sin conciencia.
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