Una película extraordinaria, con grandes actores, pero ella los dejaba a todos como enanos. La reaparición de Gloria Swanson sólo podía ser a lo grande y lo fue con el nombre de Norma Desmond; allí, en una casa destartalada, a la que llegó William Holden de casualidad, estaba ella; con esa mirada que enloqueció a muchos, más mayor (evidentemente), pero la elegancia era patrimonio de ella. Allí estaba aquella vieja gloria del cine mudo, asombrandonos nuevamente. El redescubrimiento de una Diosa.
Estrella de la Paramount en los años 20, colaboró con gran cantidad de actores y trabajó con multitud de actores entre los que se encuentra el sin par Rodolfo Valentino. Era el arquretipo de mujer fatal, aquellas que deslumbraron en los años 40, antes de la "invención" del cine negro.
Arropada y venerada por Cecil B. DeMille, con quien rodó varias obras hechos a
su medida, Swanson dejó de ser una actriz de comedias
a convertirse en una heroína de argumentos románticos y provocativos que iban mucho con su vida tan proclive a matrimonios fugaces y ostentaciones diversas.
En la película "Male and Female" del año 1919 posó junto a un león,
causando sensación. Todos querían estar con Gloria y se convirtió en un icono de la moda en su tiempo, siendo seguida su vida
privada por la prensa.
Luego llegaría el fracaso... y el olvido. La llegada del cine sonoro produjo una crisis total en la carrera de
casi muchas grandes estrellas del cine mudo, incluyendole a ella, la cual decidió retirarse de la interpretación con apenas 35 años
de edad tras varios desastres comerciales.
Luego llegaría "El Crepúsculo de los Dioses" y la gloria definitiva para una mujer que llegaría para quedarse en nuestros corazones. Swanson, la extraordinaria Gloria Swanson, la musa de aquel lejano cine mudo, alcanzo la inmortalidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario